Un soldado muerto y cuatro heridos fue el resultado de un ataque con explosivos a un pelotón del Ejército colombiano ocurrido la madrugada del miércoles en una zona rural de Norte de Santander, un departamento limítrofe con Venezuela.
La gobernación condenó los hechos y reportó que el “ataque con explosivos” se produjo en el municipio de El Tarra, cuando desconocidos lanzaron artefactos a un grupo de soldados.
En la zona operan la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Ambas agrupaciones sostienen diálogos de paz con el gobierno del presidente Gustavo Petro.
Con el ELN el lunes comenzó el cuarto ciclo de negociaciones en Caracas, en el cual las dos partes han manifestado que estarán concentradas en temas como la participación de la sociedad civil en la construcción de la paz. Con esta guerrilla hay un cese del fuego en vigencia desde el 3 de agosto.
El 9 de julio la Oficina del Alto Comisionado de Paz, adscrita al gobierno colombiano, anunció el comienzo de los diálogos con la disidencia de las FARC denominada Estado Mayor Central. En Norte de Santander también opera otro grupo de disidentes del acuerdo de paz con esa exguerrilla comandado por Carlos Eduardo García, alias Andrey Avendaño.
Además de este incidente, el miércoles también hubo un ataque contra una subestación de policía del municipio de La Gabarra, en el mismo departamento.
Según el comandante de policía de Norte de Santander, coronel John Robert Chavarro Romero, el ataque se produjo con “explosivos improvisados y fusilería”. Sin embargo, la rápida reacción de los policías y el ejército logró repeler la acción y no se produjeron víctimas mortales ni heridos.
El miércoles además se realizaron marchas ciudadanas en algunas ciudades de Colombia para protestar, precisamente, por el incremento de las acciones violentas en varias zonas del país. De acuerdo con el reporte de las autoridades, hubo movilizaciones en Bogotá, Medellín y Cali.
El mandatario se pronunció sobre las protestas —en las que también entró su eventual responsabilidad en el caso por el que investigan al hijo de Petro por lavado de activos— y manifestó: “Nadie les impedirá marchar. Pero yo marcharía no para impedir el cambio, sino contra la corrupción y la impunidad”.