Viajar de Honduras a Guatemala es cuestión de horas, e incluso llegar a México puede tardar menos de un día, pero lo más difícil es atravesar México y lograr cruzar la frontera para tocar tierra estadounidense, por eso un grupo de por lo menos 20 hondureños ha decidido quedarse en Guatemala aunque estén indocumentados.
Ellos se han instalado en la zona 1 capitalina, donde duermen, comen, piden dinero y algunos trabajan informalmente. Uno de ellos es Francisco, como lo llamaremos para proteger su identidad, tiene 15 años y llegó hace una semana a Guatemala huyendo de la delincuencia de su país natal, pues asegura que pandilleros lo querían reclutar para matar a gente y por eso viajó a Guatemala.
Por ahora “Francisco” trabaja lavando carros en los alrededores del parque central para obtener algunos fondos, pero el plan es ahorrar un poco para desplazarse hasta Tecún Umán, San Marcos, que es frontera con México. Él está consciente de las acciones que ha implementado el presidente Donald Trump en la frontera y aunque su meta es llegar a Estados Unidos, contempla la posibilidad de quedarse en Guatemala.
¿Qué es un tercer país seguro?
Este término, que se basa en los principios de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, implica que un país puede negarse a concede asilo a una persona y remitirla a un tercer país que sea considerado “seguro”.
Existen dos maneras de interpretar el concepto de tercer país seguro. La forma menos estricta es la de un sitio que ofrezca “protecciones básicas, un estatus legal, autorización de trabajo y servicios sociales básicos”, de acuerdo con Fisher.
Sin embargo, de acuerdo con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, un país seguro es en el que se respete la vida y libertad de las personas y donde no sean perseguidas por motivos de raza, religión, opinión política, nacionalidad o por pertenecer a algún grupo social particular.
Esto respondió a la Voz de América cuando se le consultó si le gustaría permanecer en Guatemala: “legal me gustaría quedarme, pero cómo, ahora con ese presidente de Estados Unidos que va cerrar las fronteras y todo eso… gracias a Dios vale que es tranquilo aquí en Guatemala, mientras que allá en Honduras no se puede vivir por la delincuencia que hay”. Además, “Francisco” asegura que no quiere regresar a su país y que a Estados Unidos quiere llegar para ayudar a su mamá y dos hermanos.
Mientras tanto, hay ciudadanos guatemaltecos, que reclaman de las autoridades un mayor control de los migrantes que han tomado el parque central para vivir, pues incluso a veces se les ve bajo efectos de droga y licor.