Casi ocho meses después de que uno de sus vehículos autónomos atropellara y causara la muerte a una peatona en Arizona, Uber ha manifestado deseos de reanudar las pruebas en calles públicas.
La empresa presentó una solicitud ante el Departamento de Transporte de Pensilvania para hacer pruebas en Pittsburgh, y emitió un extenso reporte donde promete colocar dos conductores humanos de respaldo en cada automóvil y adoptar una serie de precauciones para que los vehículos sean más seguros.
Representantes de la empresa reconocen que tienen todavía un largo camino por recorrer para volver a ganar la confianza del público después del accidente del 18 de marzo en Tempe, Arizona, donde murió Elaine Herzberg, de 49 años, al momento de cruzar una calle oscura fuera del espacio designado para peatones.
La policía informó que la conductora de respaldo que iba a bordo de la camioneta autónoma marca Volvo estaba viendo un programa de televisión en su teléfono y que no estaba mirando el camino antes del accidente. La Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico de Carreteras dio a conocer que el sistema de conducción autónoma en el Uber detectó a Herzberg unos seis segundos antes de golpearla, pero no se detuvo porque el freno automático estaba desactivado. Un freno de emergencia de Volvo también estaba apagado.
Entre otras precauciones que adoptará Uber están la de mantener el sistema autónomo de los vehículos encendido todo el tiempo y dejar activado el sistema de frenado de emergencia de Volvo como respaldo.
Con información de AP.
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