Un ataque suicida en la suroriental ciudad turca de Suruc mató a por lo menos 31 personas y dejó casi 100 heridos.
Nadie se ha atribuido responsabilidad por el ataque del lunes, aunque las autoridades turcas dicen que tiene fuertes razones para creer que fue perpetrado por militantes del grupo Estado Islámico, ISIS por sus siglas en inglés.
La explosión estuvo dirigida a un grupo principalmente de estudiantes universitarios quienes planeaban viajar a través de la frontera a Siria, para ayudar a reconstruir la ciudad de Kobani.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien estaba visitando Chipre el lunes, condenó el ataque como un “acto de terrorismo”.
La ciudad de Suruc alberga un enorme campo de refugiados sirios que huyeron de la violencia en su país. Al otro lado de la frontera en Siria, Kobani ha sido escenario de intensas batallas entre fuerzas kurdas y militantes islamistas.