Turquía ha puesto en marcha una operación militar contra los rebeldes kurdos en el norte de Irak, horas después de que los milicianos mataran a 24 soldados e hirieran a 18 en ataques en el sureste de Turquía, cerca de la frontera iraquí.
Funcionarios turcos dijeron que por lo menos 20 rebeldes murieron en bombardeos aéreos de la aviación turca en el norte de Irak, principalmente en la zona de Qandil, principal base del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, quien canceló un viaje a Kazajstán, dijo que las represalias están dentro de los límites del derecho internacional.
Autoridades turcas dijeron que los rebeldes del PKK abrieron fuego contra puestos militares en Cukurca y Yuksekova en la provincia turca de Hakkari el miércoles 19 de octubre. Los rebeldes turcos se atribuyeron la responsabilidad de los ataques, que llevaron al presidente Abdullah Gul a declarar a los periodistas que “la venganza (…) será grande”.
El presidente estadounidense Barack Obama condenó las acciones del PKK, calificándolas de un “ataque terrorista atroz”. Obama dijo que Estados Unidos continuará su estrecha cooperación con el gobierno turco a medida que lucha para derrotar al PKK.
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, dijo que los ataques fueron “vergonzosos” y destacó el apoyo constante de la UE a Turquía en su lucha contra el terrorismo.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó su preocupación por el conflicto y dijo que es inaceptable que el territorio de Irak esté siendo utilizado para lanzar ataques transfronterizos contra países vecinos. Ki-moon instó a Turquía e Irak a entablar un diálogo para encontrar una solución pacífica.
Los rebeldes del PKK han intensificado sus ataques contra objetivos turcos en las últimas semanas. Las fuerzas turcas han respondido aumentando el número de ataques aéreos contra presuntas bases rebeldes en el norte de Irak. En agosto, el Ejército de Turquía informó que mató a 160 rebeldes kurdos en ataques aéreos y de artillería en la frontera.
Los rebeldes han lazando una campaña por su autonomía en el sureste kurdo de Turquía desde 1984. El conflicto ha cobrado la vida de más de 40.000 personas.
