El aeropuerto internacional de Ataturk, en Estambul, reabrió tras el ataque suicida del martes que dejó por lo menos 41 muertos y más de 230 heridos. Treinta y siete víctimas han sido identificadas, incluyendo 10 extranjeros y tres personas con ciudadanía dual.
La agencia de noticias Reuters dice que por lo menos 239 personas resultaron heridas.
Las autoridades turcas atribuyeron la masacre en la terminal internacional de la capital turca al grupo Estado islámico.
El primer ministro turco, Binali Yildirim, dijo que entre los muertos están los tres atacantes suicidas, que llegaron al aeropuerto en un taxi y se inmolaron tras hacer varios disparos.
Otro funcionario de alto rango dijo a la agencia de noticias The Associated Press que la cifra de muertos podría ascender todavía más. El alto funcionario, que solicitó el anonimato de acuerdo al protocolo gubernamental, había informado en un principio que casi 50 personas habían fallecido, pero después señaló que previsiblemente se acercaría a esa cifra.
Imágenes tomadas por las cámaras de seguridad del aeropuerto, que circulaban por medios sociales, mostraban el momento de una de las explosiones, que se veía como una enorme bola de fuego mientras los pasajeros huían aterrados. Otra escena parecía mostrar a un agresor, que se inmoló unos segundos más tarde de caer alcanzado por disparos de un agente de seguridad.