El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan declaró un estado de emergencia por tres meses luego del fracasado intento golpista de la semana pasada.
Erdogan afirmó que eliminará de las filas militares el "virus" de la subversión y otorgará amplios poderes al gobierno para expandir una represión que ha incluido masivos arrestos y el cierre de cientos de escuelas.
El mandatario turco dijo que la medida, la cual aseguró "no es de ninguna manera en contra de la democracia, la ley y las libertades" contrarrestará las amenazas a la democracia.
Erdogan anunció la extensión del estado de emergencia en un discurso televisado a la nación después de reunirse con su gabinete y asesores de seguridad.
El estado de emergencia facilitaría la extensión de las detenciones para muchas de las casi 10.000 personas arrestadas desde que fuerzas de seguridad leales a Erdogan y manifestantes anti-gobierno se enfrentaron en una rebelión el pasado viernes por la noche que duró hasta el sábado.
Los detenidos son en su mayoría militares, incluidos generales, oficiales y otros de menor rango así como estudiantes de la escuela militar.
El gobierno de Erdogan también ha despedido a unos 262 jueces y fiscales de tribunales militares, ha revocado la licencia de otros 21.000 profesores de escuelas privadas y ha despedido o detenido a una media docena de rectores de universidades.
Según las autoridades turcas, la cifra oficial de muertos en el frustrado golpe de estado fue de 246 civiles y por lo menos 24 rebeldes.