Expertos legales advierten al presidente Donald Trump que deje de escribir en Twitter si quiere que su estancada orden de restricción de viajes sea aprobada por las cortes.
El presidente Donald Trump arremetió el lunes en una serie de tuits mañaneros contra su propio Departamento de Justicia por buscar una "versión diluida” de una orden migratoria que firmó en marzo.
La serie de cuatro tuits publicados temprano de la mañana, podrían haber complicado los argumentos legales de la Casa Blanca para que los tribunales reconozcan como válida su orden ejecutiva.
“Amigos, los abogados y las cortes pueden llamarlo como quieran, pero yo lo estoy llamando por lo que necesitamos y por lo que es, un “¡VETO MIGRATORIO!”, dijo en el primero de sus tuits.
“El Departamento de Justicia debería haberse quedado con el veto migratorio original, no la versión diluida y políticamente correcta que sometieron a la [Corte Suprema]”, dijo en el segundo.
Sus afirmaciones sobre la orden ejecutiva, que entre otras cosas restringe temporalmente la llegada de viajeros de varios países de mayoría musulmana, parece reconocer que las restricciones que establece su orden ejecutiva sí están enfocadas contra los musulmanes, totalmente diferente a lo que el Departamento de Justicia está alegando ante la Corte Suprema.
Los opositores del veto migratorio dicen que los tuits de Trump irónicamente les ayudan. Neal Katyal, exprocurador general interino que representó a Hawaii en su demanda contra el veto, dijo que era como si Trump fuera su codefensor.
"No necesitamos la ayuda, pero la aceptaremos", escribió Katyal en su propia cuenta de Twitter.
Stephen Vladeck, profesor de leyes en la Universidad de Texas, dijo que Trump estaba debilitando el argumento del gobierno al calificar la orden revisada como "políticamente correcta".
"Esos tuits básicamente está guiñando un ojo a sus partidarios para decir, obviamente, solo estoy haciendo esto para que las cortes lo ratifiquen", dijo Vladeck. "Hace más difícil alegar que no es un veto contra los musulmanes y lo que es más importante, hace más difícil alegar que las declaraciones del presidente deben ser irrelevantes", indicó el académico.
La Casa Blanca y el jefe de Seguridad Nacional han insistido que la restricción no es "un veto migratorio", y han reprochado a los periodistas por llamarlo así, pero el lunes el presidente Trump descartó las afirmaciones de sus voceros y funcionarios gubernamentales.
La inconsistencia puso a la defensiva a la vocera presidencial Sarah Sanders el lunes, cuando los periodistas le preguntaron repetidamente por qué Trump estaba contradiciendo a sus ayudantes. Sanders insistió en que al presidente "no le preocupa como le llamen (veto o restricción)", solo le preocupa proteger a los estadounidenses, dijo.
Sanders indicó que el presidente ha pedido al Departamento de Justicia que pida una audiencia expedita en la Corte Suprema, agregando que Trump "quiere llegar lo más lejos y lo más fuerte posible bajo la Constitución para proteger a la gente de este país". Sin embargo, dijo que él ha firmado la versión revisada de la orden ejecutiva "con el propósito de acelerar" el proceso judicial y no está considerando una tercera versión.
Trump alega que el veto migratorio es crucial para la seguridad de Estados Unidos y ha intensificado la presión para lograr su aprobación luego del ataque con vehículo y cuchillo en Londres que dejó siete personas muertas y docenas de heridos. El grupo Estado Islámico se ha atribuido responsabilidad por el ataque.
Entre los críticos a los mensajes de Trump en Twitter estuvo el lunes el esposo de Kellyanne Conway, una de las asesoras del presidente. George T. Conway III, escribió: "Esos tuits pueden hacer que algunas personas se sientan mejor, pero ellos ciertamente no ayudarán al procurador genera a lograr los cinco votos en la Corte Suprema, que es lo que realmente se necesita. Triste".
Conway estaba siendo considerado para al menos dos altos cargos en el Departamento de Justicia, incluido el de procurador general, el abogado del gobierno que representa al presidente en la Corte Suprema.
Dos horas más tarde, Conway aclaró en otros tuits que sigue apoyando al presidente Trump, a su gobierno, sus políticas y la orden ejecutiva, así como a su "maravillosa esposa".
Agregó que todo abogado sensato en la Casa Blanca y funcionarios políticos en el Departamento de Justicia están de acuerdo con él "y algunos me lo han dicho", que no se puede dejar de destacar en forma suficiente que "los tuits en asuntos legales socavan seriamente la agenda del gobierno y al presidente y quienes lo apoyan como yo, necesitan reforzar ese punto abiertamente".
Josh Blackman, un profesor de leyes en el South Texas College of Law en Houston, dijo que Trump "es el peor cliente" del procurador general. "Cuando uno es abogado lo que quiere es que su cliente se mantenga en silencio", indicó.
Trump tiene la autoridad para ordenar al Departamento de Justicia que busque una estrategia diferente. Pero, se desconoce si el Presidente ha requerido esto de la agencia, en otro foro, diferente a Twitter. El Departamento de Justicia declinó comentar.
El Presidente también inició una polémica el domingo con el alcalde de Londres, Sadiq Khan, un musulmán, a quien criticó por decir en una entrevista "según Trump, que no había razón para estar alarmados (la ciudadanía)" tras el ataque del sábado por la noche en el Puente de Londres y alrededores que dejó siete muertos y 48 heridos.
Tras condenar el atentado en fuertes términos, Khan dijo en realidad que los londinenses tendrían que acostumbrarse a una mayor presencia policial “en el curso de los próximos días”, pero remarcó que eso no era razón para alarmarse.
A través de los abogados del Departamento de Justicia, Trump ha alegado antes que es privilegio del presidente establecer las políticas migratorias que vuelvan el país más seguro, pero los tribunales consideran que la orden ejecutiva está dirigida contra los musulmanes específicamente, y de allí que la vean como discriminatoria.
Dos tribunales de apelaciones han suspendido la ejecución de las órdenes afirmando que los jueces no pueden ignorar las declaraciones y motivos de Trump durante la campaña, en la que pidió “un total y completo cierre” de la inmigración de musulmanes a Estados Unidos.