El expresidente de Estados Unidos Donald Trump sufrió este jueves dos reveses en fallos judiciales relacionados con un caso de interferencia electoral en Georgia y la retención de documentos clasificados en Florida.
Un juez de Georgia rechazó el intento de Trump de desestimar los cargos penales en el caso estatal de interferencia electoral de 2020 en su contra, que según el expresidente republicano violan su derecho a la libertad de expresión.
En la Florida, una jueza federal rechazó el argumento de Trump de que el caso donde está acusado de retención ilegal de documentos clasificados debe ser desestimado porque él consideraba el material como sus registros personales.
En Georgia, el juez del Tribunal Superior del condado de Fulton, Scott McAfee, determinó que la acusación alega que las declaraciones de Trump y otras 14 personas acusadas en el caso fueron hechas "para promover una actividad criminal" y no están protegidas por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
Trump y los demás acusados han sido encausados por extorsión y otros delitos por su esfuerzo por anular la derrota de Trump en Georgia ante el presidente demócrata Joe Biden. Ellos se han declarado no culpables.
El principal abogado de Trump, Steve Sadow, discrepó el fallo en un comunicado: "El presidente Trump y otros acusados respetuosamente no están de acuerdo con la orden del juez McAfee y continuarán evaluando sus opciones con respecto a los desafíos de la Primera Enmienda".
Un portavoz de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Fulton, que está procesando el caso, declinó hacer comentarios.
En el caso de la Florida, Trump argumentaba que la retención de documentos altamente sensibles en su finca de Florida estaba autorizada en virtud de una ley que permite a los expresidentes mantener registros personales no relacionados con sus responsabilidades oficiales.
La jueza federal de distrito Aileen Cannon se mostró escéptica en una comparecencia celebrada el 14 de marzo sobre la posibilidad de desestimar el caso basándose en el argumento de Trump, pero dijo que podría tener "cierta fuerza" como defensa en un juicio.
El 18 de marzo, Cannon solicitó tanto a Trump como al abogado especial Jack Smith, que llevó el caso, que propusieran instrucciones a un futuro jurado sobre cómo manejar las afirmaciones de Trump de que los registros eran personales.
Cannon, una jueza que fue designada por Trump, rechazó previamente el intento del expresidente de desestimar la acusación principal alegando que era indebidamente vaga.
Trump aún tiene pendientes varias impugnaciones del caso, incluidos argumentos de que goza de inmunidad presidencial y de que fue objeto de ataques selectivos por parte de los fiscales.
Los fiscales que trabajan con Smith han impugnado la descripción de Trump de los registros como personales, argumentando que contenían información sobre programas de armas nucleares y la potencial vulnerabilidad de Estados Unidos a un ataque militar.
Trump no estaba autorizado a conservar información secreta relacionada con la seguridad nacional de Estados Unidos después de abandonar la Casa Blanca en 2017, incluso si consideraba que los registros eran personales, argumentaron.
[Con información de Reuters]
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