El presidente Donald Trump declaró el viernes que quiere reducir el déficit comercial de Estados Unidos con Japón mientras daba la bienvenida al primer ministro japonés Shigeru Ishiba a la Casa Blanca para su primer encuentro cara a cara.
Durante la conferencia de prensa posterior a la reunión, Trump anunció que Japón comenzará pronto a importar una cantidad récord de nuevos cargamentos de gas natural licuado (GNL) estadounidense.
El mandatario estadounidense agregó que los dos países estaban trabajando en una empresa conjunta vinculada al petróleo y el gas de Alaska.
"Hemos abierto la venta de GNL de inmediato (...) Japón en particular, estamos muy contentos de que vayan a comenzar de inmediato", dijo.
Ishiba, que habló a través de un intérprete, dijo que Japón también estaba interesado en importar bioetanol, amoníaco y otros recursos a un precio que calificó de estable.
Por otro lado, Trump anunció que Nippon Steel estaba abandonando su adquisición de U.S. Steel, con sede en Pittsburgh, y en su lugar haría una “inversión, en lugar de una compra”. Trump señaló que él “mediaría y arbitraría” mientras las empresas negocian la inversión. Trump se refirió erróneamente a Nippon Steel como “Nissan”, el fabricante de automóviles japonés.
El presidente Joe Biden, antes de dejar el cargo el mes pasado, bloqueó la compra, citando preocupaciones de seguridad nacional. Trump en diciembre sostuvo que estaba “totalmente en contra de que la otrora grande y poderosa U.S. Steel fuera comprada por una compañía extranjera”. Le dijo a los periodistas el viernes que sigue oponiéndose a la venta.
Nippon y U.S. Steel habían presentado una demanda destinada a restaurar el acuerdo. Y Nippon ha intensificado su campaña pública, argumentando que la “transacción está en línea con el enfoque del presidente Trump” en la manufactura y “contribuye a los objetivos del presidente Trump de promover la inversión en Estados Unidos, crear empleos en Estados Unidos y fortalecer la manufactura en Estados Unidos”.
El impulso de Trump para reducir el déficit comercial se produce mientras busca aplicar aranceles tanto a amigos como a enemigos en un esfuerzo por impulsar la manufactura estadounidense.
Ishiba, quien hacía un viaje relámpago a Washington para tener un encuentro cara a cara con Trump, afirmó que entiende que el objetivo de Trump es una política comercial mutuamente beneficiosa.
Pero Ishiba señaló que las compañías japonesas han ocupado el primer lugar en inversión directa extranjera acumulada en Estados Unidos durante los últimos cinco años. Añadió que Japón buscaba invertir más en Estados Unidos.
El viaje rápido era esencial para Ishiba mientras busca asegurar que Estados Unidos y Japón mantengan una relación sólida con el regreso de Trump. Ambos países buscan contrarrestar las políticas de China en el Pacífico y tienen preocupaciones sobre las armas nucleares de Corea del Norte.
“Creo que el primer ministro Ishiba ciertamente ve esto como una oportunidad importante y crítica para él de restablecer lo que fueron vínculos excepcionales entre el presidente Trump y Japón en la primera administración de Trump”, dijo el senador Bill Hagerty, un republicano de Tennessee que sirvió como embajador de Trump en Japón durante su primera administración.
Durante su primer mandato, Trump y el entonces primer ministro Shinzo Abe acordaron el marco del "Indopacífico libre y abierto" para promover la paz y la prosperidad en la región. Los dos países también acordaron elevar lo que se conoce como la agrupación Quad con India y Australia.
El hecho de que la administración Trump considere esos formatos como una parte fundamental de su estrategia en el Pacífico es importante, dijo Jeffrey Hornung, el responsable de Japón de la División de Investigación de Seguridad Nacional de RAND.
[Con información de Reuters y The Associated Press]
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