El presidente Donald Trump perdonó este viernes a dos oficiales del Ejército estadounidense acusados de crímenes de guerra en Afganistán, y restauró el rango de un tercero por acciones en Irak.
Los cargos de asesinato contra el primer teniente Clint Lorance y el mayor Matt Golsteyn, intregrante de la fuerza especial Green Beret, serán anulados, mientras que el infante de Marina Eddie Gallagher recuperará su rango de suboficial.
La Casa Blanca anunció el viernes que los tres serán reivindicados.
Lorance fue condenado hace seis años a una sentencia de 19 años de prisión por ordenar a sus soldados abrir fuego y matar a tres hombres en Afganistán.
Golsteyn fue acusado de homicidio en la muerte en 2010 de un presunto fabricante de bombas del Talibán. Su juicio estaba programado para empezar el mes que viene.
Gallagher fue degradado a una paga menor después de ser declarado culpable de posar en una foto con un combatiente muerto del grupo terrorista Estado Islámico.
Los críticos afirmaron que la decisión del presidente Trump socava la justicia militar y envía un mensaje de que se tolerarán atrocidades en el campo de batalla.
Trump describió a estos hombres como héroes que operaban en circunstancias difíciles y sus casos se convirtieron en una causa célebre entre los conservadores.
El comunicado de la Casa Blanca dijo que "el sistema de justicia militar de Estados Unidos ayuda a asegurar buen orden y disciplina para nuestros millones de militares uniformados y responsabiliza a los que violan el Código Uniforme de Justicia Militar”.
"Gracias en parte a este sistema, tenemos la fuerza más disciplinada, más efectiva, más respetada y más temida del mundo”.