Mike Pence, candidato vicepresidencial republicano, tiene como nueva tarea aclarar cualquier comentario escandaloso que diga el magnate Donald Trump.
Labor que ya se ha convertido en una rutina para Pence, ya que cuando Trump dice algo cuestionable o tajantemente falso, sale al día siguiente a aclarar las ideas.
Y esta semana ha ocurrido otra vez con el tema más espinoso de la campaña, determinar si el candidato presidencial republicano reconocerá los resultados de las elecciones en las que, según las encuestas, la demócrata Hillary Clinton parece encaminada a ganar.
Por ahora la misión del candidato vicepresidencial, es tratar de traducir las denuncias de Trump de un posible fraude electoral, en algo más cordial para los votantes.
Un reclamo que según demócratas y algunos republicanos, deteriora a la democracia norteamericana al no aceptar con dignidad la derrota en unas elecciones.
En un programa del canal NBC "Meet the Press", Pence explicó que Trump se refería a que la prensa estaba sesgada en su contra y no a un fraude en los sufragios. "Totalmente, aceptaremos el resultado de las elecciones", indicó Pence.
Su misión en los próximos días, es afianzar el apoyo de los republicanos escépticos entre los cuales hay cristianos evangélicos y militantes económicamente conservadores, y alienar a los acérrimos partidarios de Trump que desconfían de la élite política a la cual Pence pertenece.
Pero la tarea no es fácil, ya que el mismo Trump lo contradijo con un trino en el cual denunció la manipulación de votos.
En cuanto a si va a aceptar o no los resultados, Trump nuevamente lo contradijo en último debate cuando exclamó: "los dejaré en suspenso".
Eso dejó a Pence a la defensiva, quejándose de que la prensa está obsesionada "por una simple oración".
Lograr aplacar las palabras de Trump, es el objetivo de crucial importancia para Pence, quien es gobernador de Indiana con miras hacia un futuro político.
