En su primer discurso a graduados universitarios desde que asumió el cargo, el presidente Donald Trump exhortó el sábado a los alumnos de una universidad cristiana a seguir sus convicciones, pero también a estar dispuestos a defenderse de las críticas de otros que no tuvieron la valentía de hacer lo correcto.
Fue la primera aparición pública prolongada desde que despidió a James Comey como director del FBI, cuando calificó al abogado y experimentado fiscal de "fanfarrón" y "arrogante".
Trump no mencionó a Comey o el FBI en el discurso que dio en la Liberty University, en Virginia, cuyo director fue uno de los primeros y más fervientes partidarios de Trump en la campaña.
Ante más de 18.000 graduados, el presidente los invitó a defender sus ideas y a "desafiar los intereses arraigados y las estructuras de poder fallidas". Una multitud que duplicaba esa cantidad llenó un estadio afuera del campus. Es la segunda vez que un presidente da el discurso de graduación en la universidad.
"Recuerden esto: nada que valga la pena nunca, nunca, nunca, será fácil", dijo Trump. También dijo a los graduados que deben "tratar la palabra imposible como una motivación más y animarse a que a uno lo llamen 'outsider' (intruso) porque son éstos los que cambian al mundo".
"Entre más les diga un sistema roto que están mal, más seguros deben estar de que es necesario seguir peleando", agregó Trump, quien muchas veces se quejó de haber sido subestimado durante la campaña presidencial.
"En mi corto tiempo en Washington, he visto de primera mano cómo el sistema está roto", dijo. "Un pequeño grupo de voces fracasadas que piensan que lo saben todo y subestiman a todos, que quieren decirla a todo el mundo qué y cómo vivir y qué pensar".
"No necesitamos un discurso de Washington D.C. sobre cómo llevar nuestra vida", declaró.
El reverendo Jerry Falwell Jr. presentó a Trump con el título honorario de doctor.
George H.W. Bush es el único otro presidente de Estados Unidos que ha pronunciado un discurso de graduación (1990) en la Universidad Liberty.