No hubo ningún arma involucrada en la conmoción que interrumpió brevemente un discurso de Donald Trump, en Reno, Nevada, el sábado por la noche, según han establecido las autoridades.
El candidato republicano había estado hablando por unos minutos cuando comenzó un forcejeo frente al escenario y dos agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos sacaron a Trump para protegerlo.
Parte de la multitud también salió corriendo en dirección opuesta al escenario, mientras que otras personas hicieron un círculo alrededor de un hombre, que fue detenido por los agentes.
En un comunicado, el Servicio Secreto dijo que una persona frente al escenario gritó "¡arma!" pero ningún arma fue encontrada en el lugar ni en sus inmediaciones.
El Servicio Secreto hizo notar que todo el público tiene que pasar por un detector de metales por lo que es difícil que se cuele un arma.
Transcurridos unos diez minutos, Trump volvió al escenario y tras agradecer al Servicio Secreto por su pronta reacción, afirmó: "Nadie dijo que iba a ser fácil para nosotros. Pero nunca nos van a detener".
El hijo de Trump, Don Jr, y Dan Scavino, quien maneja la operación de Trump en las redes sociales, retuitearon un mensaje que dice: "Hillary salió corriendo por la lluvia hoy. Trump ha regresado al escenario luego de un intento de asesinato".
Las autoridades dejaron en claro que no hubo tal intento de asesinato y todo se trato de una falsa alarma.
El hombre en el centro del alboroto resultó ser un republicano perteneciente al movimiento "Republicanos contra Trump" que intentó sacar un rótulo en contra del magnate y por eso fue sometido por otros espectadores.
