El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que, aunque él defiende el uso de la tortura en los interrogatorios a los sospechosos de terrorismo, dejará que su secretario de Defensa, quien se opone a esa táctica, tome la decisión sobre si retomarla o no.
El anuncio lo hizo Trump, en la rueda de prensa organizada por la visita oficial de la primera ministra británica, Theresa May.
"Él (el general James Mattis) ha dicho públicamente que no cree necesariamente en la tortura y la asfixia simulada ('waterboarding')", dijo Trump en una conferencia de prensa conjunta con la primera ministra británica, Theresa May.
"Yo no estoy necesariamente de acuerdo, pero su opinión tendrá prioridad (sobre la mía) porque voy a darle ese poder. Él es un experto, un general de generales, y me voy a apoyar en él", agregó.
OTAN
May, aprovechar su visita para rebajar las tensiones que el nuevo presidente estadounidense ha generado con el continente europeo y con la OTAN.
"Señor presidente, creo que usted me ha dicho que respalda a la OTAN al 100 %", aseguró May, ante lo que Trump articuló con los labios, sin emitir sonido, la palabra "cierto".
"Estamos unidos en nuestro reconocimiento de la OTAN como el bastión de nuestra defensa colectiva, y hoy hemos reafirmado nuestro compromiso inquebrantable con esta alianza", subrayó la primera ministra británica.
May aseguró, no obstante, que también había conversado con Trump sobre "la importancia de que la OTAN siga asegurándose de que está igualmente equipada para combatir el terrorismo y las amenazas cibernéticas como para combatir formas más convencionales de guerra".
Trump ha acusado en numerosas ocasiones a la OTAN de estar "obsoleta", y la primera ministra británica quiso reconocer las preocupaciones de su aliado al destacar la necesidad de que la Alianza dedique más recursos a la lucha contra "el terrorismo y las amenazas cibernéticas".