El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha dicho que la elección presidencial del 8 de noviembre es "un gran, gran problema en este país".
Así lo afirmó el viernes en Michigan, donde Trump instó a sus seguidores a votar y luego a ir a otro centro de votación con amigos para asegurarse de que "vaya bien, muy bien".
Agregó que el fraude electoral es "un gran, gran problema en este país" pero "nadie tiene las agallas para hablar sobre esto".
Una afirmación sin precedentes, y que muchos estadounidenses atraídos por su campaña dudan efectivamente de la exactitud del conteo de los votos.
Solo alrededor de un tercio de los republicanos dicen tener bastante o mucha confianza en que los votos de las elecciones de este año se cuenten de forma justa, de acuerdo con un sondeo elaborado por The Associated Press y Center for Public Affairs Research (NORC).
La mitad de los que tienen una opinión favorable de Trump dice confiar poco o nada en la integridad del proceso de conteo, agrega la encuesta.
En agosto Trump inició con estas declaraciones, sin presentar evidencias de que las elecciones serían manipuladas.
Esas palabras amenazan la tradición estadounidense de tener recuentos electorales pacíficos y la esencia de un proceso democrático justo. Trump ha seguido haciendo la misma declaración en otros mítines.
El 59% de los que tienen una opinión favorable de Hillary Clinton, rival de Trump, tienen bastante o mucha confianza, en comparación con solo 29% de los que tienen una opinión favorable del candidato republicano.
Alrededor de la mitad de los republicanos y solo alrededor de un cuarto de los demócratas, dicen creer que hay mucho fraude electoral.
El 58% de los que tienen una opinión favorable de Trump creen que hay mucho fraude, mientras que solo el 18% de los seguidores de Clinton dicen lo mismo.