El presidente de Estados Unidos Donald Trump, dijo el martes a los líderes árabes e israelíes que tiene la intención de trasladar la embajada de Estados Unidos en Israel a Jerusalén, una decisión que rompe con la política de Estados Unidos y corre el riesgo de alimentar la violencia en Medio Oriente.
Altos funcionarios estadounidenses dijeron que se espera que Trump reconozca el miércoles a Jerusalén como la capital de Israel y demore la reubicación de la embajada de Tel Aviv por otros seis meses.
El respaldo de los EE. UU. al reclamo de Israel de que toda Jerusalén sea su capital revertiría la vieja política de los EE. UU. de que el estado de la ciudad debe decidirse en negociaciones con los palestinos, que quieren a Jerusalén oriental como la capital de su futuro estado.
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Actualmente la comunidad internacional no reconoce la soberanía israelí sobre toda la ciudad, hogar de sitios sagrados para las religiones musulmana, judía y cristiana.
El presidente palestino Mahmoud Abbas, el rey Abdullah de Jordania, el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi y el rey Salman de Arabia Saudita, quienes recibieron llamadas telefónicas de Trump, protestaron a su posible decisión sobre Jerusalén y advirtieron de la crisis que podría generar esta política en la región.
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La Casa Blanca dijo que Trump también había hablado con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, defensor desde hace tiempo del traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén.
El gobierno de Netanyahu no respondió inmediatamente con comentarios a las próximas acciones de Trump, pero un alto ministro israelí dio la bienvenida a la decisión, argumentando que Israel estaría preparado para cualquier estallido de violencia.
Entre tanto la portavoz de la Casa Blanca Sarah Sanders, dijo que Trump, quien prometió durante la campaña presidencial mover la embajada en Israel, dará un discurso el miércoles sobre su decisión sobre Jerusalén.
Trump además notificó a Abbas "su intención de trasladar la Embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén", según informó el portavoz de Abbas, Nabil Abu Rdainah.
Abbas, en respuesta, "advirtió sobre las peligrosas consecuencias que tal decisión tendría para el proceso de paz en la región y la seguridad del mundo" y también apeló al Papa y a los líderes de Rusia, Francia y Jordán para su mediación.
El Rey Salman por su parte enfatizó a una agencia de prensa saudita que cualquier anuncio de los EE.UU. sobre Jerusalén "inflamaría los sentimientos musulmanes en todo el mundo".
Trump parece decidido a satisfacer las peticiones israelíes, incluidas las de los cristianos evangélicos, que lo apoyaron para ganar la presidencia.
Israel capturó el este árabe de Jerusalén en la guerra de Medio Oriente de 1967 y luego lo anexó, una acción no reconocida internacionalmente.
Entre tanto Turquía, amenazó con cortar las relaciones diplomáticas con Israel si Trump reconoce a Jerusalén como la capital de Israel.
Con información de Reuters