El presidente Donald Trump está intensificando su campaña para poner fin al derecho constitucional a la ciudadanía de los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en Estados Unidos, a medida que miles de inmigrantes centroamericanos avanzan lentamente hacia la frontera sur de Estados Unidos.
Hablando en el mitin de Florida el miércoles por la noche antes de las elecciones de la próxima semana, Trump intentó generar apoyo para su propuesta de terminar con la ciudadanía por nacimiento.
"Incluso si han estado en nuestro territorio por solo unos segundos, cientos de niños inmigrantes ilegales se convierten automáticamente en ciudadanos cada año debido a esta loca política, y todos son elegibles al instante para cada privilegio y beneficio de la ciudadanía estadounidense a un costo de miles de millones de dólares al año", indicó el presidente.
Trump dijo que enviará hasta 15.000 soldados a la frontera con México para evitar que las caravanas de inmigrantes centroamericanos crucen ilegalmente Estados Unidos.
El presidente se ha referido a los inmigrantes como personas que deben ser temidas. Sin embargo, muchos de los migrantes han expresado su esperanza de venir a Estados Unidos únicamente para escapar de la violencia y encontrar oportunidades que no existen para ellos en sus países.
Trump también negó que su dura conversación sobre la inmigración no sea más que una estratagema de temores, ya que los republicanos enfrentan la posibilidad de perder el control del Congreso ante los demócratas en las elecciones de medio período que tendrán lugar el 6 de noviembre.