El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estrechó la mano al líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, en Hanói, la capital de Vietnam, el miércoles para comenzar lo que será la segunda reunión cumbre de los dos líderes como parte de un acuerdo para poner fin a las ambiciones nucleares de Pyongyang.
Trump prometió a Corea del Norte un "tremendo futuro" en sus primeras conversaciones con el líder norcoreano.
"Creo que su país tiene un tremendo potencial económico", dijo Trump en comentarios a la prensa junto al líder norcoreano antes de iniciar la reunión.
El presidente Trump elogió lo que él llama una "relación muy especial" con el líder norcoreano, Kim Jong Un, mientras los dos se sentaban a cenar en Hanói, antes de las conversaciones formales.
"Pensé que la primera cumbre cumbre fue un gran éxito y creo que con suerte ésta será igual o mejor que la primera. Progresamos mucho y creo que el mayor progreso fue que nuestra relación es realmente buena", señaló Trump.
Por su parte, Kim Jong U,n resaltó durante el primer encuentro con Trump que han pasado 261 días desde la última vez que se vieron ambos líderes y pese a que reconoció que en ese transcurso de tiempo han habido malos entendidos, lo importante es que "gracias a la decisión política" del equipo del presidente estadounidense están sentados nuevamente juntos vísperas a una reunión que espera sea exitosa.
La Voz de América planteó el análisis del escenario en el que se desarrolla esta segunda cumbre y entrevistó al doctor Jorge Malena, director de Estudios de China Contemporánea en la Universidad del Salvador en Buenos Aires, Argentina, y experto en temas de Corea.
El doctor Malena advierte que es un momento histórico que sigue la huella de la primera cumbre de Singapur pero, asegura, que es necesario que tenga resultados para ambos en el marco del compromiso que podrían lograr para la paz mundial.
"Esta segunda cumbre evidencia la voluntad de ambos líderes de avanzar en las negociaciones, esto quiere decir que no ha habido una interrupción en el proceso comenzado en Singapur hace ocho meses atrás, lo cúal da señales de voluntad, y a la luz del poderío considerable que ambos líderes tienen en sus respectivos países, nos permite inferir que lo que se acuerde en esta y en una tercera eventual cumbre puede redundar en acuerdos duraderos en el tiempo", afirma el experto.
Trump expresó un tono de esperanza el miércoles por la noche, y dijo a los reporteros en el hotel Metropole que "muchas cosas se resolverán, espero" y que cree que "conducirá a una situación maravillosa, realmente maravillosa a largo plazo".
El mandatario estadounidense está acompañado por asesores, entre ellos el secretario de Estado Mike Pompeo y el jefe interino de personal de la Casa Blanca Mick Mulvaney.
Trump pareció optimista el miércoles cuando se inicia la segunda cumbre con el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, en Vietnam, según un mensaje en su cuenta en Twitter en el que dijo que espera "grandes cosas" de la reunión que busca la desnuclearización en la península coreana.
Previo al comienzo de la cumbre, Trump realizó una visita de cortesía a sus anfitriones vietnamitas.
Trump se reunió con el presidente vietnamita, Nguyen Phu Trong, en el palacio presidencial y afirmaron la necesidad de avanzar hacia la desnuclearización definitiva y totalmente verificada de Corea del Norte, dijo el secretario de Estado Mike Pompeo en Twitter. Más tarde, el mandatario estadounidense se reunió con el primer ministro Nguyen Xuan Phuc.
Mientras tanto, Kim permaneció en su custodiado hotel durante gran parte del día, pero se espera que visite algunos lugares turísticos antes de que los dos mandatarios inauguren su segunda reunión que será a puerta cerrada.
"Todos los informes falsos (conjeturas) sobre mis intenciones con respecto a Corea del Norte. Kim Jong Un y yo haremos un gran esfuerzo para resolver algo sobre la desnuclearización y luego convertir a Corea del Norte en una potencia económica. ¡Creo que China, Rusia, Japón y Corea del Sur serán muy útiles!", escribió Trump en su cuenta en Twitter.
Un equipo de la Voz de América cubre la reunión. Turistas que visitan Hanói sienten que la cumbre ha alterado sus vacaciones y las expectativas sobre los resultados son altas en la capital vietnamita, donde sus habitantes se sienten orgullosos de servir de sede al histórico encuentro.
Trump llegó al martes a Vietnam. El mayor desafío será convencer a Pyongyang que abandone sus armas nucleares a cambio del levantamiento de sanciones a su golpeada economía y mejores relaciones con Estados Unidos y otras naciones.
En Hanói prevalecía un ambiente de carnaval, con artistas callejeros pintando retratos de los dos líderes y vendedores ambulantes ofreciendo camisetas con sus rostros.
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"Tenemos una gran reunión planeada para esta noche como saben, con Corea del Norte, el presidente Kim, y creo que podría ser muy exitosa", dijo Trump ante los principales líderes de Vietnam.
"Veremos qué ocurre, pero él quiere hacer algo grandioso", agregó Trump, indicando que Kim podría tomar a Vietnam como modelo de revitalización económica.
"Si miran lo que han hecho en poco tiempo, él puede hacerlo en un plazo muy, muy rápido: convertir a Corea del Norte en una gran potencia económica", señaló.
Los expertos y exfuncionarios de Corea del Norte no son tan optimistas. Los escépticos insisten en que Trump debería obtener primero avances reales en el abandono del programa nuclear norcoreano antes de ceder concesiones demasiado pronto.
Thae Yong Ho, que desertó a Corea del Sur en 2016, dijo en una conferencia de prensa en Seúl a mediados de este mes que la reunión en Vietnam entre los dos mandatarios será un fracaso si Trump no logra que Kim declare que abandonará todas sus instalaciones y armas nucleares y regresa a Pyongyang al acuerdo de no proliferación nuclear.
Thae fungió como ministro en la embajada norcoreana en Londres y es el diplomático de más alto nivel en desertar al Sur.
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Trump y Kim se reunieron por primera vez en Singapur el pasado mes de junio. La publicitada cumbre no arrojó ningún acuerdo práctico para que norcorea se viera obligada a renunciar a sus armas nucleares.
Pese a su raquítica economía, Pyongyang invirtió décadas construyendo su programa nuclear y hay un escepticismo generalizado acerca de que entregue esas armas sin obtener algo sustancial de Estados Unidos.
Colaboración con la entrevista de Gioconda Tapia Reynolds