El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprovechó su discurso del Estado de la Nación para insistir en su política migratoria de “seguridad fronteriza” y celebrar los acuerdos de cooperación que su gobierno alcanzó con México, Guatemala, Honduras y El Salvador.
“Como resultado de esfuerzos sin precedentes, los cruces ilegales [en la frontera sur] han bajado un 75% desde mayo, reduciéndose por octavo mes consecutivo”, dijo Trump frente a la Cámara de Representantes.
La disminución en los cruces irregulares de la frontera en los últimos meses se debe, dijo, a una serie de políticas por parte del gobierno que ha obligado a medio millón de solicitantes de asilo en la frontera a esperar en México y ha enviado a Guatemala a otros cientos de ellos.
“Si usted viene ilegalmente [a EE.UU] ahora será deportado rápidamente”, dijo el presidente, quien también alabó la construcción del muro fronterizo, una de sus principales promesas de campaña en el 2016.
"Mientras que se construye el muro, la incautación de drogas disminuye y los cruces en la frontera bajan”, agregó Trump.
El presidente también criticó las llamadas “ciudades santuario”, en las que se limita o restringe la cooperación de la policía federal en políticas de inmigración.
“En las ciudades santuario, los oficiales ordenan a a la policía a liberar a criminales peligrosos extranjeros para que se aprovechen del público”, dijo Trump.