Andrew Wheeler, un exasesor del Congreso y cabildero que dirige la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) desde la renuncia de su polémico predecesor antes este año, recibió el viernes la aprobación del presidente Donald Trump para ocupar el puesto de forma permanente.
El ascenso de Wheeler lo mantendría como un agente metódico y efectivo en la misión de Trump de deshacer las normas de protección medioambiental que su gobierno considera una carga para las empresas.
Los grupos ecologistas mostraron rápidamente su oposición.
Veterano del Capitolio, Wheeler trabajó desde 1995 a 2009 en el equipo de Jim Inhofe, senador republicano por Oklahoma, un ferviente negacionista del cambio climático provocado por la acción del hombre.
Luego pasó a la Comisión de Medio Ambiente y Obras Públicas del Senado y más tarde ejerció de cabildero, incluyendo para el gigante del carbón Murray Energy Corp., que en los inicios del gobierno de Trump presionó para políticas favorables hacia el carbón en la EPA y en otras agencias.
Trump anunció sus planes para Wheeler casi de paso el viernes, durante la entrega de la Medalla Presidencial en la Casa Blanca.
En su repaso a los miembros de su gobierno presentes en el acto, Trump dijo sobre Wheeler: "administrador interino, a quien le digo que será permanente".
La Casa Blanca explicó que Trump estaba mostrando su intención de nominar a Wheeler. El nombramiento debe ser ratificado por el Senado, que ya aprobó por 53 votos a 45 su designación como director adjunto de la EPA el pasado abril.
