El presidente Donald Trump acusó a la prensa el lunes de ser “el verdadero Enemigo del Pueblo” tras la masacre en una sinagoga y una conspiración con artefactos explosivos.
Trump tuiteó el lunes: “Hay gran furia en nuestro País causada en parte por la comunicación imprecisa, incluso fraudulenta, de las noticias”. Dijo que la prensa “debe desistir de la abierta y evidente hostilidad e informar las noticias precisa e imparcialmente”.
Estas declaraciones del presidente van a la zaga de la masacre en una sinagoga en Pittsburgh y el envío de artefactos explosivos a demócratas prominentes y el canal de noticias por cable CNN. La violencia a pocos días de las elecciones estremeció a una nación dividida y dio lugar a cuestionamientos de si Trump debería moderar su retórica.
Trump condenó el ataque en Pittsburgh como un acto antisemita y denunció la violencia política. Pero faltando ocho días para las elecciones legislativas, continúa realizando actos políticos en los que critica duramente a los demócratas y la prensa.
En un acto el sábado por la noche, Trump estuvo moderado hasta cierto punto, pero no desistió de sus consabidos ataques a Hillary Clinton y esta vez a la legisladora Maxine Waters, ambas blancos de los explosivos. El domingo embistió contra el multimillonario Tom Steyer, quien también recibió una bomba por correo.
El arrestado en relación con las bombas, Cesar Sayoc, en un partidario fervoroso de Trump.
La Casa Blanca respondió a la insinuación de que Trump debería cambiar de actitud, con la asesora Kellyanne Conway diciendo a CNN el lunes que Trump “trata de sanar el país”. Preguntada sobre las declaraciones de Trump desde la masacre, destacó por el contrario las críticas de Waters y Steyer contra el presidente, "quien busca la unidad", señaló.
“El presidente no trata de llegar a su base mediante las denuncias del antisemitismo y pidiendo a todos que se eleven por encima del odio, es el presidente de todos los estadounidenses”, dijo Conway.