El presidente Donald Trump desclasificó algunos documentos relacionados con los primeros días de la investigación del FBI sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016, incluyendo porciones de una orden judicial que autoriza vigilancia y la revisión de mensajes de texto del exdirector del FBI James Comey.
Trump tomó la extraordinaria medida en respuesta a los exhortos de sus aliados en el Congreso, quienes dicen creer que en la pesquisa existía un sesgo contra el mandatario dentro de las filas del FBI y del Departamento de Justicia. La medida se anuncia mientras Trump continúa con sus esfuerzos para socavar la investigación del fiscal especial Robert Mueller luego que su exjefe de campaña, Paul Manafort, se declaró culpable, y mientras un jurado investigador examina a Roger Stone, socio de Manafort desde hace tiempo.
La decisión de Trump derivará en la publicación de mensajes de texto y documentos relacionados con varios altos funcionarios del Departamento de Justicia y del FBI a los que el presidente ha atacado repetidas veces a lo largo del último año.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders anunció la decisión de Trump en un comunicado, diciendo que el presidente le había ordenado a la oficina del director de Inteligencia Nacional y al Departamento de Justicia que den a conocer los documentos secretos “a solicitud de varias comisiones del Congreso, y por razones de transparencia”. Se desconoce cuándo serán dados a conocer esos textos.
En declaraciones el lunes por la noche, el Departamento de Justicia y la oficina del director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, dijeron que están trabajando juntos para cumplir la orden de Trump, la cual echa a andar una revisión por parte de varias agencias de la desclasificación en una iniciativa “para asegurar la seguridad de los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos”. Esa revisión ya está en curso.
Según el comunicado, Trump desclasificó 21 páginas de la solicitud de 101 páginas de junio de 2017 para renovar una orden judicial obtenida con el amparo de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés) para monitorear las comunicaciones de Carter Page, exasesor de campaña de Trump, en 2016.
Esas páginas sólo forman una pequeña parte de las 412 páginas de solicitudes amparadas en la FISA y órdenes judiciales relacionadas con Page difundidas por el FBI hace algunos meses, aunque con muchos renglones censurados.