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Trump parece ablandar política inmigratoria


El presidente electo de Estados Unidos dijo que el énfasis de su gobierno será el deportar a los inmigrantes criminales y no perseguir a quienes no tienen permiso de residencia.
El presidente electo de Estados Unidos dijo que el énfasis de su gobierno será el deportar a los inmigrantes criminales y no perseguir a quienes no tienen permiso de residencia.

Si Trump realmente cambia su planteamiento y propone deportar solo a los inmigrantes con antecedentes penales, sus políticas no se diferenciarían de las implementadas por el presidente, Barack Obama, quien en noviembre de 2014 proclamó unas medidas para expulsar a los indocumentados con récord criminal y no a las familias de indocumentados.

El duro plan contra la inmigración irregular en el que Donald Trump basó gran parte de su campaña dio visos de debilitarse el domingo.

El presidente electo de Estados Unidos dijo que el énfasis de su gobierno será el deportar a los inmigrantes criminales, mientras Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, rechazó la formación de una "fuerza de deportación" que persiguiera a gente que reside en el país sin permiso de residencia.

En una entrevista con "60 Minutes", de CBS, Trump dijo que aceptaría una cerca en algunos tramos de la frontera sur de Estados Unidos, donde había prometido construir un muro.

“Para algunas áreas lo consideraría, pero para otras, un muro es más apropiado. Soy muy bueno en esto, se llama construcción”, resaltó Trump.

Durante la campaña, Trump insistió en que deportaría a los 11 millones de personas que viven en el país de forma ilegal, con algunas excepciones y que construiría el muro pagado por el gobierno mexicano.

Pero conforme fue pasando el tiempo, el magnate se fue alejando de esa cifra y en su primera entrevista televisada desde que ganó las elecciones dijo que está dispuesto a encarcelar o deportar a entre dos y tres millones de personas que viven en el país de forma ilegal y "son delincuentes o tienen antecedentes penales, miembros de pandillas, traficantes de drogas".

Según cálculos del mismo Trump, esto afectará entre uno y tres millones de personas que viven en Estados Unidos.

Por su parte, Ryan, dijo al programa "State of the Union" de CNN que debemos tranquilizar a la gente" sobre la posibilidad de deportaciones masivas, añadió, porque en realidad la máxima prioridad es la seguridad de fronteras.

Ambos estuvieron de acuerdo en eso el domingo, y el presidente electo hizo hincapié en que asegurar la frontera es su máxima prioridad en materia de inmigración.

En la entrevista, Trump indicó que, una vez que la frontera sea fortalecida, su Gobierno determinará qué ocurre con el resto de indocumentados que viven en Estados Unidos, a quienes ya no se refirió como en la campaña como "violadores y narcotraficantes".

“Son gente fantástica y tomaremos una decisión sobre ello. Pero antes de tomar esa decisión, tenemos que asegurar nuestra frontera”, consideró Trump.

Con el objetivo de fortalecer la seguridad fronteriza, Trump reiteró su deseo de construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México, aunque admitió que podrían alzarse “vallas” en “ciertas áreas” de los más de 3.000 kilómetros de la frontera entre los dos países.

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