En medio del caos de su campaña y en una actitud desafiante, Donald Trump arremetió contra los republicanos que le han retirado su apoyo y los llamó "santurrones hipócritas".
El candidato presidencial republicano también afirmó que podría intentar que el crucial debate del domingo en la noche con Hillary Clinton, se convierta en un referéndum sobre el trato que el esposo de la demócrata da a las mujeres.
El magnate subirá al escenario del debate bajo una enorme presión. Incluso antes de que salieran a la luz los comentarios sexualmente ofensivos de Trump sobre las mujeres, su campaña venía en declive.
Sin embargo, la difusión de un video grabado en 2005 en que se escucha a Trump haciendo alarde de aprovechar su fama para "hacer cualquiera cosa" a las mujeres, convenció a algunos republicanos de que el daño era irremediable.
Incluso los partidarios más leales de Trump se han visto en aprietos para defenderlo.
"Son declaraciones que la verdad uno no quiere escuchar de nadie, muchos menos de un candidato presidencial", declaró el domingo Rudy Giuliani, el ex alcalde de la ciudad de Nueva York.
"Me parece que hizo una apología total y completa. Posiblemente vuelva a hacerlo esta noche", agregó Giuliani.