Tras una semana de incertidumbre e insinuaciones, el presidente Donald Trump dijo el jueves que pronto anunciará un aumento de aranceles a las importaciones de acero y aluminio pero que dejaría exentos temporalmente a Canadá y México.
También insinuó que Australia y “otros países” podrían quedar exentos, giro que podría suavizar el efecto en el exterior ya que socios empresariales han amenazado con represalias.
Oponentes de los aranceles pasaron el jueves abogando a última hora para suavizar el efecto.
“Vamos a ser muy justos, muy flexibles, pero vamos a proteger a los trabajadores estadounidenses como dije que haría en mi campana”, declaró el presidente durante una reunión con su gabinete, el jueves. El mandatario reiteró que aumentará los aranceles de importaciones de acero en 25% y de aluminio en 10%.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que siguen trabajando en los detalles del plan del presidente y que no está claro cuando se finalizarán los aranceles.
El proceso de anunciar los aumentos ha sido objeto de un debate intenso y discusiones caóticas dentro de la Casa Blanca, enfrentando a funcionarios de línea dura con defensores del libre comercio, como el saliente asesor de economía Gary Cohn que abogan por una mayor flexibilidad para los socios comerciales de Estados Unidos.
Trabajadores de la industria del acero y el aluminio fueron invitados a la Casa Blanca para reunirse esta tarde con Trump, pero no quedó claro si el presidente aprobará órdenes finales entonces o simplemente hablará sobre su plan de aumento de aranceles.
Peter Navarro, asesor de Trump en temas comerciales y de manufactura dijo en una entrevista, el miércoles, con el canal Fox Business, que las medidas entrarían en vigor dentro de 15 a 30 días y que el decreto promulgado por el mandatario incluiría una cláusula que eximirá temporalmente a México y Canadá.