El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, resaltó este jueves el descenso estos últimos días del número de ingresos hospitalarios por causa del nuevo coronavirus.
"Cuarenta y seis estados han reportado un descenso de hospitalizaciones de pacientes con síntomas del coronavirus", declaró Trump desde la Casa Blanca, durante su habitual comparecencia ante los medios para informar del avance de la pandemia en el país.
El mandatario también celebró que "estadísticamente" en términos de mortalidad, al igual que Alemania, la respuesta estadounidense está siendo "muy buena".
Según datos de la universidad Johns Hopkins, Estados Unidos registra en estos momentos 864.415 casos confirmados y 47.272 muertes. En el país europeo, el ratio es de 151.784 casos confirmados y 5.404 fallecimientos.
A pesar de que uno de los principales expertos del equipo designado por la Casa Blanca para hacer frente a la pandemia, el doctor Anthoy Fauci, consideró este jueves que es necesario "impulsar" la realización de tests antes de suavizar las restricciones, Trump volvió a defender el trabajo de su administración a la hora de enfrentar la escasez de pruebas diagnósticas.
"Empezamos básicamente con nada, comenzamos con un test fallido, una prueba que no funcionaba, un test para pocas personas, no para millones (...). El problema es que si hiciéramos una prueba a cada persona, los medios dirían que debimos hacer dos", lamentó el presidente.
El vicepresidente Mike Pence, quien también compareció en la rueda de prensa, informó que, hasta el momento, se han realizado 4,93 millones pruebas diagnósticas "por todo el país" y se mostró optimista respecto a la lucha contra la pandemia.
"A comienzos del verano podríamos estar mucho mejor", pronosticó Pence.
El vicepresidente informó que 16 estados ya han comunicado "formalmente" su intención de comenzar a suavizar las restricciones para así reactivar sus economías.
"Estamos frenando la propagación, estamos protegiendo a los más vulnerables y estamos salvando vidas... cada día estamos más cerca", aseguró Pence.