Las posibilidades del primer ministro canadiense Justin Trudeau de mantenerse en el poder se han vuelto más precarias después de que el partido de la oposición que respaldó a su gobierno durante años anunciara que votará en contra de la confianza en el gobierno cuando el Parlamento se reanude.
Trudeau reorganizó su gabinete el viernes, pero si decidirá apartarse en los próximos días o semanas sigue siendo una pregunta abierta.
Trudeau participó en la ceremonia de juramentación y presidirá una reunión con su nuevo gabinete en la tarde. No se espera que hable públicamente el viernes mientras reflexiona sobre su futuro.
Trudeau enfrenta un creciente descontento sobre su liderazgo, y la abrupta salida de su ministra de Finanzas el lunes podría ser algo de lo que no pueda recuperarse.
El Parlamento ahora está cerrado por las vacaciones hasta finales del próximo mes, y podría programarse una votación de falta de confianza en algún momento después.
Dado que los liberales de Trudeau no tienen una mayoría absoluta en el Parlamento, durante años han dependido del apoyo del partido izquierdista Nuevo Partido Democrático (NDP por sus siglas en inglés) para aprobar legislación y mantenerse en el poder.
Pero ese apoyo ha desaparecido: el líder del NDP, Jagmeet Singh, ha pedido a Trudeau que renuncie, y dejó claro el viernes que el NDP votará para derrocar al gobierno.
“No importa quién esté liderando el Partido Liberal, el tiempo de este gobierno ha terminado. Presentaremos una moción clara de falta de confianza en la próxima sesión de la Cámara de los Comunes”, dijo Singh en una carta publicada justo antes de que Trudeau programara reorganizar su gabinete.
Los liberales podrían retrasar el regreso del Parlamento si Trudeau decide no postularse en las elecciones del próximo año y permite una carrera por el liderazgo del partido.
El nuevo ministro de Finanzas, Dominic LeBlanc, dijo el jueves que Trudeau tiene el “apoyo total de su gabinete”, pero reconoció que un número creciente de miembros del Parlamento liberales quiere que Trudeau se vaya. Dijo que Trudeau les dijo que está reflexionando.
El legislador Rob Oliphant se convirtió en el más reciente miembro del Parlamento del partido Liberal de Trudeau en pedir que Trudeau se haga a un lado. Oliphant dijo que debería haber un “concurso de liderazgo abierto y robusto”.
“Nuestro líder se ha convertido en un obstáculo que impide que muchos votantes progresistas que han apoyado nuestro trabajo lo hagan nuevamente en la próxima elección”, dijo Oliphant en una carta publicada el viernes.
Trudeau reemplazó a ministros que no se postularán nuevamente. Y algunos ministros estaban en dos roles después de que otros abandonaran repentinamente el gabinete.
Daniel Béland, profesor de ciencias políticas en la Universidad McGill en Montreal, dijo que era necesario un cambio de gabinete debido a las recientes salidas.
“Podría simplemente parecer como reorganizar las sillas en el Titanic”, dijo Béland.
Trudeau, quien ha liderado el país durante casi una década, se ha vuelto ampliamente impopular en los últimos años por una amplia gama de problemas, incluido el alto costo de vida y la creciente inflación.
La agitación política llega en un momento difícil para Canadá.
El presidente electo estadounidense Donald Trump ha amenazado con imponer aranceles del 25 % sobre todos los bienes canadienses si el gobierno no detiene lo que Trump llama un flujo de migrantes y drogas, aunque en ambos casos los flujos a Estados Unidos desde Canadá son menos que desde México, a quien Trump también ha amenazado.
No hay un mecanismo para que el partido de Trudeau lo obligue a salir a corto plazo. Podría decir que se hará a un lado cuando se elija un nuevo líder del partido, o su partido podría ser expulsado del poder por una votación de falta de confianza en el Parlamento que desencadenaría una elección que muy probablemente favorecería al Partido Conservador opositor.
Las preocupaciones sobre el liderazgo de Trudeau se agravaron el lunes cuando Chrystia Freeland, ministra de finanzas de Trudeau y viceprimera ministra, renunció al gabinete. Freeland fue muy crítica con el manejo de la economía por parte de Trudeau frente a los aranceles elevados amenazados por Trump.
Poco antes de que Freeland anunciara su decisión, el ministro de vivienda también renunció.
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