Si el objetivo era ver una película con juguetes animados que destruyen Chicago por completo, el objetivo se ha cumplido.
La secuela de Transformers: El lado oscuro de la luna, está cargada de escenas militares, acción, artillería pesada y un intercambio de golpes que al final confunden un poco sobre quién golpea a quién.
Pero claro, todo es parte del menú que los cinéfilos, fanáticos del cómic original de Transformers, desean ver.
A diferencia de su predecesora, la cinta inicia con algunos diálogos que nos ayudan a entender sobre las características de los personajes, pero en pocos minutos inicia una descarga de rápida, fuerte y violenta acción desmedida que no para por más de una hora entre los Autobots y los Decepticons.
Los efectos visuales son sorprendentes, el actor Shia LaBeouf continúa siendo el eslabón que buscan los robots y los demás es mejor verlo por nuestra propia cuenta.
Aunque aquí va un adelanto: Megan Fox no aparece pero tampoco hace falta, la actriz Rosie Huntington-Whiteley ocupa muy bien su lugar como la chica sensual de la historia.