La cifra de muertos aumentó el domingo a causa de una serie de tornados fuera de temporada en Estados Unidos que azotaron seis estados el viernes por la noche, incluso cuando un funcionario de emergencia expresó su esperanza de que se encontraran más sobrevivientes.
En total, cuatro tornados azotaron la región del centro de Estados Unidos, entre ellos Kentucky, Tennessee, Missouri e Illinois. Uno de los tornados recorrió unos 322 kilómetros, una extensa trayectoria poco común.
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La peor destrucción ocurrió en el estado de Kentucky, que reportó 80 muertos. Muchas de las muertes ocurrieron cuando un tornado arrasó una fábrica de velas.
Las cifras no son precisas todavía, pero los autoridades de Mayfield, Kentucky, recalculaban la cantidad de muertos.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, dijo el sábado que sólo 40 de las 110 personas que se encontraban en una fábrica de velas semidestruida por el tornado habían sido rescatadas.
El domingo la compañía de velas anunció que solo había confirmado la muerte de ocho empleados, había ocho desaparecidos y se había localizado a más de 90. En ese caso solo habría 16 muertos en la fábrica en lugar de los 70 estimados al principio.
Es una buena noticia en un poblado de unos 10.000 habitantes que quedó prácticamente arrasado por el tornado, pero la cifra de fallecidos rondará al menos los 50 en Mayfield y otras comunidades de la zona.
El Centro de Predicción de Tormentas del Servicio Meteorológico Nacional dijo que recibió 36 informes de tornados en Illinois, Kentucky, Tennessee, Missouri y Arkansas, y Mississippi.
Fueron tormentas sorpresivas, porque esta no es una época de tornados, que regularmente ocurren en la primavera.
Ocho personas perecieron en un almacén de Amazon en Illinois que quedó totalmente destruido por los vientos, y una en un hogar de ancianos en Arkansas. Otras cuatro muertes se reportaron en Tennessee.
Todavía este lunes, los socorristas registraban los escombros en busca de sobrevivientes y miles estaban sin electricidad ni agua, con sus viviendas destrozadas, bajo unas temperaturas de 4 y 10 grados Celsius.
“Tengo poblados que desaparecieron, que simplemente ya no están. La mitad del pueblo natal de mi papá ya no está de pie”, dijo Beshear, refiriéndose a Dawson Springs.
Más de 300 miembros de la Guardia Nacional iban de casa en casa desde el domingo por las zonas afectadas removiendo escombros, mientras otros equipos distribuían agua y generadores a la población.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) ya estaba abriendo albergues y enviando equipos y suministros, entre ellos 30.000 comidas y 45.000 litros de agua a las comunidades.
Biden envía ayuda federal
El presidente Joe Biden envió el sábado un mensaje de condolencia a las víctimas de los tornados y ordenó movilizar recursos federales para complementar la respuesta de las autoridades estatales y locales, dijo la Casa Blanca.
Otros funcionarios expresaron su pesar por la tragedia, entre ellos la vicepresidenta Kamala Harris y el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas, quien dijo que su departamento y la FEMA “estaban listos para ayudar a la gente” de los estados impactados.
En un mensaje este lunes, el Vaticano dijo que el papa Francisco estaba entristecido por la devastación y oraba por todos los afectados.
[Con información de AP y Reuters]
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