Una serie de tornados afectan la región del centro oeste de Estados Unidos, causando la muerte de al menos una persona en Missouri y provocando grandes daños materiales.
El último de los tornados se produjo en Harrisburgh, en el estado de Illinois, donde la destrucción fue muy severa y el alcalde se apresuró a solicitar ayuda pues, según informaciones preliminares, habría diez muertos, dos menores entre ellos, y cerca de 300 viviendas destruidas.
Mientras tanto en el estado de Kentucky, se registra un alerta de tornados en las cercanías de las ciudades de Elizabethtown, New Haven y Hodgenville.
De acuerdo a las primeras informaciones, al menos 13 personas resultaron heridas por las tormentas que afectaron durante la madrugada el estado de Missouri, y varias poblaciones han quedado sin servicio de energía eléctrica en los hogares.
Entre las poblaciones afectadas se encuentran Lebanon, Bufffalo y Branson.
También en la ciudad de Harveyville, en el estado de Kansas fue azotada por un tornado que provocó graves daños en la mitad de los edificios y viviendas de la población.
El gobernador del estado, Sam Brownback declaró estado de emergencia para el condado de Wabaunsi.
También en Kansas se registraron granizadas, con rocas de hielo del tamaño de pelotas de golf y vientos que en casos como Hillsboro, superaron los 100 kilómetros por hora.
Los fenómenos registrados marcan el inicio de la temporada de tornados que especialmente en 2011 tuvo un alto impacto tanto en víctimas como daños materiales.