Con el fin de Erika como ciclón tropical, el estado de Florida, en el sureste de Estados Unidos, respiró con alivio, tras haber decretado el estado de emergencia para agilizar los preparativos y activar a la Guardia Nacional ante la eventual llegada del fenómeno.
Como precaución, el NHC pidió a la población de Florida, así como a las Bahamas y las islas Turcos y Caicos, seguir atentas durante los próximos días ante los remanentes de Erika, que pueden generar lluvias por encima de lo normal.
Donde sí provocó estragos fue en Dominica donde al menos 20 personas perdieron la vida y donde los daños materiales, según el primer ministro de la isala caribeña, Roosvelt Skerrit representan 20 años de atraso para el país.
En vista de los graves daños, la Organización de Estados Americanos (OEA) ofreció su apoyo a Dominica, donde numerosos puentes y carreteras, así como el aeropuerto, quedaron dañados. China puso a disposición 300.000 dólares de ayuda humanitaria para la isla.
Por otro lado el paso de Erika también trajo alivio a Cuba donde las lluvias, por momentos intensas fueron tomadas con agrado puesto que la isla enfrentaba una intensa sequía.
Haití también fue otra de las áreas afectadas por el ciclón tropcial dejando derrumbes e inundaciones.