Al menos cinco personas murieron el sábado en el oeste de Texas después de que un hombre al que patrulleros estatales dieron el alto por no señalizar un giro empezara a disparar y huyera. Más de 20 personas fueron baleadas antes de que el hombre fuera abatido por las autoridades ante un cine, según dijeron las autoridades el sábado.
Al menos tres agentes se hallaban entre los baleados.
El tiroteo contra la policía en una parada de tráfico en una autopista interestatal dio inicio a una tarde caótica en la que el atacante secuestró un pequeño camión del servicio de correos y disparó a la gente mientras conducía por la zona de Odessa y Midland, dos localidades en el corazón de la zona petrolífera de Texas, más de 483 kilómetros al oeste de Dallas.
La policía indicó al principio que probablemente había más de un agresor, pero el jefe policial de Odessa, Michael Gerke, aclaró más tarde que sólo se trató de uno.
“El sospechoso siguió disparando a civiles inocentes por toda Odessa”, indicó un comunicado de la policía local.
Gerke describió al sospechoso como un hombre blanco de aproximadamente 30 años. No dio su nombre ni identificó un motivo, aunque dijo tener alguna información sobre su identidad.
La aterradora agresión comenzó el sábado por la tarde cuando patrulleros del estado en la Interestatal 20 intentaron dar el alto a un auto de color dorado por no señalizar un giro a la izquierda, según la portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Katherine Cesinger.
Antes de que el vehículo llegara a detenerse por completo, señaló, el conductor “apuntó un rifle hacia la ventanilla trasera de su auto e hizo varios disparos” hacia el auto patrulla que le había dado el alto. Los disparos alcanzaron a uno de los agentes. Después, el agresor huyó “y siguió disparando a gente inocente”, incluidos dos agentes de policía.
Además de los agentes heridos había al menos 21 víctimas civiles, dijo Gerke. Al menos cinco personas murieron. El jefe de policía no aclaró si el atacante estaba entre los fallecidos o si las cinco víctimas mortales estaban incluidas en la cifra de 21 civiles afectados.
Shauna Saxton dijo que estaba conduciendo en Odessa, con su esposo y su nieto en el vehículo, y se había detenido en un semáforo cuando oyó unos ruidos fuertes.
“Miré a la izquierda por encima de mi hombro y el coche dorado se detuvo, y el hombre estaba allí, y tenía un arma muy grande y me estaba apuntando”, dijo a la televisora KOSA.
Saxton dijo haberse visto atrapada porque había dos autos delante de ella.
Empecé a hacer sonar el claxon. Empecé a girar y logré adelantarle un poco, y entonces por lo que fuera los autos delante de mí como que se separaron”, dijo entre lágrimas. Su vehículo pudo alejarse del auto dorado, señaló, pero oyeron tres detonaciones más mientras se alejaban.
El ataque ocurrió semanas después de que un hombre armado en la ciudad fronteriza de El Paso, Texas, matara a 22 personas al abrir fuego en una tienda de la cadena Walmart. El gobernador de Texas, Greg Abbott, sostuvo dos reuniones esta semana con legisladores para discutir cómo prevenir más tiroteos en Texas.
El tiroteo eleva el número de asesinatos masivos en Estados Unidos a 25 en lo que va de año, igualando el total de 2018, según la base de datos sobre asesinatos masivos de AP/USATODAY/Northeastern University. Si el agresor resulta no estar incluido en la cifra de cinco muertos, el conteo de víctimas este año ya habría alcanzado los 140 muertos, los mismos que en todo el año pasado.
Siete personas seguían graves en un hospital horas después del tiroteo del sábado, dijo Russell Tippin, director general del Medical Center Hospital en Odessa. Un menor de dos años también fue trasladado a otro hospital, señaló. Una persona que había sido trasladada al hospital falleció, dijo Tippin, aunque no estaba claro si esa víctima estaba entre los cinco muertos mencionados por Gerke.