El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, dijo que su país sigue evaluando aplicar restricciones al petróleo proveniente de Venezuela, ahondando en una postura confrontacional que esta semana provocó respuestas airadas de los líderes del país sudamericano.
Tras llegar a Buenos Aires, el domingo, el funcionario estadounidense dijo que Estados Unidos considera limitar tanto las compras de crudo venezolano como las exportaciones de productos refinados, a fin de presionar al presidente socialista Nicolás Maduro para que “respete la Constitución”, en medio de la crisis económica y política que vive el país miembro de la OPEP.
En 2017, las ventas de petróleo crudo de Venezuela a Estados Unidos fueron las más bajas desde 1991, de acuerdo a datos de Thomson Reuters, debido a las sanciones financieras de Washington.
Las declaraciones del jefe de la diplomacia estadounidense reflejan la severa posición de Washington bajo la presidencia de Donald Trump en torno a Venezuela.
Sus declaraciones fueron parte de lo expresado durante una conferencia de prensa junto al canciller argentino, Jorge Faurie, con quien sostuvo una reunión y un almuerzo de trabajo en la capital argentina.
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“Lo que no podemos hacer es quedarnos con los brazos cruzados viendo cómo se destruye Venezuela”, dijo Tillerson, quien a la vez subrayó que Estados Unidos todavía no ha llegado al punto de aplicar sanciones económicas como el bloqueo al petróleo venezolano, una medida extrema que ya ha sido sugerida en Washington.
“Estudiamos los efectos [que las sanciones adicionales] podría tener en el pueblo venezolano y si esto ayudará a llegar a una solución mas rápidamente. Pero también estamos conscientes que esto afectaría a otros países que hay que tomar en consideración”, dijo Tillerson a preguntas de los reporteros.
De igual manera, señaló que Estados Unidos no está “ni a favor ni en contra” de la participación de Venezuela en la próxima Cumbre de las Américas a realizarse en abril en Lima, Perú, y subrayó que su país “respeta la decisión del país anfitrión".
Posición argentina
Por su parte el canciller argentino, remarcó que la posición de Argentina sobre la situación en Venezuela es clara. “No reconocemos el proceso político venezolano, ni la existencia de la Asamblea Constituyente", declaró."Estamos en contra de las restricciones políticas y las proscripciones de los políticos de oposición que no pueden participar en un sistema electoral controlado por el gobierno de Maduro”.
“El compromiso de Argentina sobre la recuperación de la democracia en Venezuela es indeclinable”, reiteró Faurie.
Si bien la situación política y humanitaria en Venezuela, fue uno de los puntos más importantes tratados en la reunión entre Tillerson y Faurie, las discusiones incluyeron otros como “la relación bilateral, político, económica entre los dos países, además de temas internacionales como la cooperación en el combate contra el narcotráfico, el lavado de dinero y el terrorismo.
Tillerson reconoció que la relación con Argentina “se fortalece día a día bajo el gobierno del presidente [Mauricio] Macri” y consideró que bajo su mando Argentina ha regresado al liderazgo mundial y a ser un ejemplo de democracia.
Para el lunes, Tillerson tiene prevista una reunión con Macri, en la que se prevé continúen las conversaciones sobre la relación bilateral entre los dos países, la crisis política en Venezuela y la agenda del G-20.