El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, dijo el domingo que es tiempo de que las milicias respaldadas por Irán y sus colaboradores que ayudaron a Irak a derrotar al grupo extremista Estado Islámico “vuelvan a casa”, y advirtió a las empresas que hacen negocios con la Guardia Revolucionaria en Irán que corren el riego de ser sancionadas.
“Las milicias iraníes que están en Irak, ahora que la pelea contra Daesh está llegando a fin, deben volver a casa. Los combatientes extranjeros en Irak necesitan volver a casa y permitir que el pueblo iraquí recupere el control”, dijo Tillerson en una conferencia de prensa junto al ministro saudí de Relaciones Exteriores, Adel Jubeir.
Un alto funcionario estadounidense dijo que Tillerson estaba haciendo referencia al PMF y a la Fuerza Quds, el brazo de espionaje y paramilitar en el exterior de las poderosas Guardias Revolucionarias de Irán.
A Estados Unidos le preocupa que Irán, una potencia chií en la región, tome ventaja de sus avances ante el Estado Islámico en Irak y Siria y expanda la influencia que obtuvo tras la invasión del 2003 para derrocar a Saddam Hussein, algo que estados árabes suníes como Arabia Saudita también rechazan.
Decenas de miles de iraquíes respondieron a un llamado a tomar las armas en el 2014 después de que el Estado Islámico capturó un tercio del territorio del país, formando las Fuerzas de Movilización Popular (PMF), que reciben financiamiento y entrenamiento de Teherán y fueron declaradas parte del sistema de seguridad iraquí.
Las fuerzas militares de Irak, armadas por Estados Unidos pero que también reciben apoyo de PMF, expulsaron al grupo extremista suní de Mosul y de otras ciudades del norte iraquí durante este año. Varios miles de efectivos estadounidenses aún están en el país, en su mayoría para labores de entrenamiento, pero también realizan operativos contra el Estado Islámico.
La campaña para expulsar a los extremistas dejó varias ciudades totalmente en ruinas y ha impactado la economía de Irak.
Un organismo recientemente creado entre Irak y Arabia Saudita, tras una reunión temprano el domingo, coordinará la lucha contra el Estado Islámico y elaborará proyectos para la reconstrucción del país.
Tillerson empezó el fin de semana en Arabia Saudita una gira de seis días que lo llevará también a Qatar, Pakistán, India y Suiza.