En el más absoluto secreto, el estado de Texas pretende mantener el nombre del laboratorio que le ha proveído un nuevo lote de componentes para la inyección letal que se aplica en la ejecución de las penas de muerte.
De esta manera el estado, luego de enfrentar un escasez de insumos para la inyección letal consiguió un nuevo proveedor del llamado pentobarbital, el sedante que se aplica a los condenados a la pena de muerte, pero ha decidido mantener el nombre del laboratorio en total reserva.
Desde que obtuvieron la droga, el Departamento de Justicia Criminal citó preocupaciones relacionadas con la seguridad como la razón por la que habían decidido no revelar el nombre y la procedencia.
Según el sistema de justicia, en otros estados los laboratorios o empresas farmacéuticas, han recibido serias amenazas por vender la sustancia sedativa para aplicar la pena capital.
El anterior proveedor se rehusó a continuar vendiendo pentobarbital a Texas precisamente, por el alto número de amenazas que recibió.
Las preguntas sobre el origen de las drogas para estos fines han aumentado en los últimos meses, incluso han permitido detener o retrasar algunas ejecuciones por desconocer la procedencia de los componentes de la inyección letal.
La fuerte oposición proviene de los que se oponen a la pena de muerte, especialmente en Europa donde las empresas farmacéuticas se niegan a vender sus productos para administrar la pena capital.
Es así como Texas se prepara para ejecutar en las próximas semanas al primer condenado a muerte haciendo uso de la nueva droga.
De esta manera el estado, luego de enfrentar un escasez de insumos para la inyección letal consiguió un nuevo proveedor del llamado pentobarbital, el sedante que se aplica a los condenados a la pena de muerte, pero ha decidido mantener el nombre del laboratorio en total reserva.
Desde que obtuvieron la droga, el Departamento de Justicia Criminal citó preocupaciones relacionadas con la seguridad como la razón por la que habían decidido no revelar el nombre y la procedencia.
Según el sistema de justicia, en otros estados los laboratorios o empresas farmacéuticas, han recibido serias amenazas por vender la sustancia sedativa para aplicar la pena capital.
El anterior proveedor se rehusó a continuar vendiendo pentobarbital a Texas precisamente, por el alto número de amenazas que recibió.
Las preguntas sobre el origen de las drogas para estos fines han aumentado en los últimos meses, incluso han permitido detener o retrasar algunas ejecuciones por desconocer la procedencia de los componentes de la inyección letal.
La fuerte oposición proviene de los que se oponen a la pena de muerte, especialmente en Europa donde las empresas farmacéuticas se niegan a vender sus productos para administrar la pena capital.
Es así como Texas se prepara para ejecutar en las próximas semanas al primer condenado a muerte haciendo uso de la nueva droga.