El agente encubierto saudí que entregó la bomba que se utilizaría en un plan fallido de al-Qaeda para derribar un avión con destino a Estados Unidos, era uno de varios agentes plantados en Yemen en los últimos dos años.
Según reporta el periódico The Washington Post, los agentes saudís habían sido enviados a Yemen con pasaportes occidentales y otros documentos diseñados para atraer la atención de los terroristas.
El periódico también reporta que la bomba entregada al agente encubierto fue llevada en un avión particular desde Yemen a un tercer país, donde fue entregada a la inteligencia saudita y luego a la CIA.
Mientras tanto, el gobierno estadounidense realiza una investigación para averiguar el origen de la filtración de la información a los medios de comunicación.
La agencia Associated Press fue la primera en reportar sobre el asunto, al que venían dando seguimiento desde la semana pasada. Otras organizaciones noticiosas también tenían conocimiento parcial de la operación.
Paul Colford, portavoz de la AP, dijo en un comunicado que la organización noticiosa "actuó cuidadosamente y con extrema deliberación en su trabajo de reporteo sobre el plan de la bomba en la ropa interior y su subsecuente decisión de publicarla".
"Como la AP ha reportado, distribuimos nuestro reportaje exclusivo sobre la bomba en la ropa interior únicamente después de que los funcionarios nos aseguraran, el lunes, que sus preocupaciones de seguridad habían sido satisfechas y supimos que la Casa Blanca podría anunciar la noticia al día siguiente", dijo Colford.
El doble agente que se había ofrecido y fue aceptado para realizar el ataque suicida secretamente entregó la más actualizada versión de la ropa interior bomba a Arabia Saudí, quien se la dio a la CIA. Antes de que fuera llevado a un lugar seguro, el espía suministró inteligencia que ayudó a que la CIA pudiera matar a altos líderes de al-Qaeda, como Fahd al-Quso, quien murió en un ataque con aviones no tripulados el fin de semana pasado.
En todo caso, la información sobre la operación ha sido escueta.
Según reporta el periódico The Washington Post, los agentes saudís habían sido enviados a Yemen con pasaportes occidentales y otros documentos diseñados para atraer la atención de los terroristas.
El periódico también reporta que la bomba entregada al agente encubierto fue llevada en un avión particular desde Yemen a un tercer país, donde fue entregada a la inteligencia saudita y luego a la CIA.
Mientras tanto, el gobierno estadounidense realiza una investigación para averiguar el origen de la filtración de la información a los medios de comunicación.
La agencia Associated Press fue la primera en reportar sobre el asunto, al que venían dando seguimiento desde la semana pasada. Otras organizaciones noticiosas también tenían conocimiento parcial de la operación.
Paul Colford, portavoz de la AP, dijo en un comunicado que la organización noticiosa "actuó cuidadosamente y con extrema deliberación en su trabajo de reporteo sobre el plan de la bomba en la ropa interior y su subsecuente decisión de publicarla".
"Como la AP ha reportado, distribuimos nuestro reportaje exclusivo sobre la bomba en la ropa interior únicamente después de que los funcionarios nos aseguraran, el lunes, que sus preocupaciones de seguridad habían sido satisfechas y supimos que la Casa Blanca podría anunciar la noticia al día siguiente", dijo Colford.
El doble agente que se había ofrecido y fue aceptado para realizar el ataque suicida secretamente entregó la más actualizada versión de la ropa interior bomba a Arabia Saudí, quien se la dio a la CIA. Antes de que fuera llevado a un lugar seguro, el espía suministró inteligencia que ayudó a que la CIA pudiera matar a altos líderes de al-Qaeda, como Fahd al-Quso, quien murió en un ataque con aviones no tripulados el fin de semana pasado.
En todo caso, la información sobre la operación ha sido escueta.