Un sismo de magnitud 5,9 sacudió gran parte de Washington, la capital de Estados Unidos, este martes 23 de agosto de 2011, obligando a la evacuación de los edificios, aunque no hay daños graves registrados por el momento.
La Catedral Nacional de Washington fue uno de los sitios más afectados, cuando uno de los pináculos de una de las torres se derrumbó y otro se inclinó y fue parcialmente afectado. Los ingenieros están haciendo análisis del histórico edificio para definir su reapertura, pero por ahora permanece cerrado.
También se verificaron algunas grietas en la parte superior del Obelisco de Washington, que obligaron a establlecer un perímetro de exclusión y también será evaluado.
Partes del Pentágono, la Casa Blanca y el Capitolio fueron evacuados por precaución. El presidente Barack Obama se encontraba de vacaciones en la isla de Martha's Vineyard, en Massachusetts, donde también sintió el temblor cuando estaba por iniciar un partido de golf.
El epicentro del temblor, que se registró a la 1,51 de la tarde hora del este de Estados Unidos, se ubicó en Louisa, Virginia, a unos 65 kilómetros al noroeste de Richmond, la capital del estado y a 3,7 kilómetros de profundidad, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El sismo se sintió en Washington y en toda la costa este, tan al sur como Chapel Hill, Carolina del Norte. También afectó el norte de Estados Unidos, en lugares como Nueva York y Rhode Island.
La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, integrantes de la Casa Blanca y otros funcionarios y asesores del gobierno realizaron una teleconferencia con Obama para ponerlo al tanto de la situación.
Se le informó que "no hubo reportes iniciales de daños serios a la infraestructura, incluyendo en los aeropuertos y complejos nucleares, y que actualmente no había solicitudes de asistencia", según un comunicado.
Obama instruyó a sus asesores a que lo mantuvieran informado con llamadas regulares sobre la situación. El presidente también recibió información actualizada sobre los preparativos en torno al huracán Irene por parte de la secretaria Napolitano, afirmó el comunicado.
En Nueva York, el alcalde, Michael Bloomberg, explicó que no se verificaron mayores daños "y sólo hemos sabido de una pequeña réplica en Virginia. Tampoco se verificaron daños en los servicios de suministros de agua o energía eléctrica".
El alcalde Bloomberg, leyó parte del mensaje en español para la población hispana.
Es el temblor más fuerte del que se tienen registros desde 1897. El tránsito en la capital está muy congestionado debido a la interrupción de los servicios de semáforos y el cierre de algunos puentes sobre el río Potomac. Los aeropuertos, en tanto, comienzan a recuperar actividad normalmente tras el sismo.
Las medidas de emergencia en Estados Unidos suponen preteger a las más altas autoridades del país, en este caso quienes están en la nación, el presidente Obama y el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, y la secretaria de Estado, Hillary Clinton. El vicepresidente Joe Biden se encuentra fuera del país en visita oficial a Japón.
También el edificio de la Voz de América fue evacuado, aunque no se reportaron daños. "Es un terremoto", decían algunos funcionarios de la VOA sorprendidos, "hay que evacuar". La salida se produjo rápidamente y sin incidentes.
Según algunos informes, en la capital de Estados Unidos hubo algunos problemas con los servicios de telefonía celular, lo que generó mucha ansiedad e impaciencia entre los residentes al no poder comunicarse con sus familiares y amigos.
Dos reactores nucleares fueron desactivados por precaución en la estación nucleoeléctrica North Anna Power Station, ubicada en el mismo condado en el estado de Virginia, cerca del lugar del epicentro, pero no se informó de daños.
En tanto, varias plantas nucleares en el este de Estados Unidos -en los estados de Maryland, Michigan, Nueva Jersey, Carolina del Norte y Pensilvania- están siendo vigiladas con cuidado pero siguen operando.