El radiotelescopio más famoso de Australia, que jugó un papel clave en la retransmisión televisada del alunizaje del Apolo 11 en 1969, recibió un nuevo nombre aborigen. Conocido como "El Plato", el telescopio ubicado cerca de Parkes en Nueva Gales del Sur, 380 kilómetros al oeste de Sydney, también se llamará "Murriyang", que significa "Mundo Celestial" en el idioma indígena local.
El Observatorio Parkes tiene tres telescopios. A todos se les ha dado nuevos nombres aborígenes en honor al conocimiento astronómico de los habitantes originales de Australia, cuyas historias de creación, conocidas como los Sueños, son contadas por las estrellas.
El telescopio más grande, que ha descubierto cientos de nuevas galaxias y estrellas de neutrones que giran rápidamente llamadas púlsares, también se conocerá como "Murriyang" o "Mundo Celestial". Los otros tienen nombres aborígenes que significan "Ojo Inteligente" y "Plato Inteligente".
El Dr. John Reynolds, director de la Instalación Nacional de Telescopios de Australia, que está dirigida por la agencia científica nacional (CSIRO, por sus siglas en inglés), explica la razón de los nuevos nombres.
“Creo que el otorgamiento de nombres tradicionales es muy significativo porque no solo reconoce a los custodios tradicionales del territorio donde se ubican los telescopios, sino que destaca el vínculo entre la ciencia más antigua, la astronomía y la civilización continua más larga del mundo que ha practicado la astronomía durante generaciones. El nuevo nombre del conocido Plato de Parkes, el gran [plato] de 64 metros, es Murriyang, que representa el mundo del cielo en los sueños de los Wiradjuri".
Los nombres fueron elegidos por los ancianos de Wiradjuri, quienes dicen que es uno de sus momentos de mayor orgullo.
Si bien se utiliza principalmente para la investigación astronómica, el telescopio Parkes tiene una larga historia de ser contratado por agencias espaciales internacionales para rastrear y recibir datos de naves espaciales. En 2012, ayudó a monitorear el rover Curiosity de la NASA durante su descenso a la superficie de Marte.
Pero quizás su misión más famosa fue su participación en la recepción de señales de televisión en un día trascendental de julio de 1969 durante el aterrizaje lunar del Apolo 11.
La historia se convirtió en una película popular "El Plato" en el año 2000, que ayudó a cimentar el estatus legendario de la instalación en la ciencia australiana.
El telescopio pesa 1.000 toneladas y solo recibe señales del espacio, pero nunca las envía. Fue inaugurado oficialmente en octubre de 1961.