La eventual popularidad de los anunciados anteojos Google que permitirían tomar fotos, grabar video, convertir la voz a texto y hasta dar direcciones, podría depender de las aplicaciones que se desarrollen para ellos.
Como casi todos los nuevos productos electrónicos, los anteojos computarizados, que podrían costar $1,500 dólares, serían demasiado caros como para convertirse en productos de alto consumo de la noche a la mañana.
Pero parte del truco de ponerlos al alcance de casi cualquier bolsillo, es conseguir que haya quien los adapte para usos determinados.
Un ejemplo sería, el que estos fascinantes anteojos digitales puedan servir a los turistas, no solo para ubicarlos en una ciudad determinada sino también para traducir sus señales y las conversaciones en un idioma diferente al del usuario.
La aplicación de hecho ya existe para el iPhone y se llama Word Lens, la cual utiliza la cámara del aparato para traducir un idioma extranjero –alemán, francés, italiano y español– al inglés en tiempo real.
El problema es que, debido al tamaño de la pantalla del iPhone, solo puede cubrir una parte del letrero o del documento que se intenta traducir, y hay que mantener el iPhone firmemente para que pueda traducir las palabras.
Los desarrolladores ven en los anteojos Google mejores posibilidades.
Como casi todos los nuevos productos electrónicos, los anteojos computarizados, que podrían costar $1,500 dólares, serían demasiado caros como para convertirse en productos de alto consumo de la noche a la mañana.
Pero parte del truco de ponerlos al alcance de casi cualquier bolsillo, es conseguir que haya quien los adapte para usos determinados.
Un ejemplo sería, el que estos fascinantes anteojos digitales puedan servir a los turistas, no solo para ubicarlos en una ciudad determinada sino también para traducir sus señales y las conversaciones en un idioma diferente al del usuario.
La aplicación de hecho ya existe para el iPhone y se llama Word Lens, la cual utiliza la cámara del aparato para traducir un idioma extranjero –alemán, francés, italiano y español– al inglés en tiempo real.
El problema es que, debido al tamaño de la pantalla del iPhone, solo puede cubrir una parte del letrero o del documento que se intenta traducir, y hay que mantener el iPhone firmemente para que pueda traducir las palabras.
Los desarrolladores ven en los anteojos Google mejores posibilidades.