El Talibán se atribuyó la responsabilidad por el ataque con coche bomba en la puerta principal del aeropuerto internacional de Kabul, el lunes, que causó la muerte a por lo menos cuatro civiles y heridas a otras 17 personas.
Según testigos, el objetivo de la poderosa explosión era un convoy de vehículos blindados que transportaba a funcionarios de gobierno.
Un vocero del Talibán dijo que el ataque estaba dirigido “a fuerzas de ocupación extranjeras”.
Tras la explosión, el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, exigió a Paquistán que reprima al Talibán.
Ghani, quien ha hecho una prioridad del mejoramiento de relaciones con Paquistán, con la idea de que ello podría llevar al Talibán a conversaciones de paz, pidió a Islamabad destruir las fábricas de bombas y los campos de entrenamiento de terroristas suicidas que funcionan en su lado de la frontera.
En Washington, el vocero del Departamento de Estado, John Kirby, dijo que el secretario de Estado John Kerry habló por teléfono el lunes por la mañana con el presidente Ghani, y señaló que Estados Unidos cree que el ataque fue obra de los talibanes.
“Es difícil decir con exactitud quién está detrás (de los ataques) y quién exactamente en el Talibán es responsable, pero creemos que fueron perpetrados por el Talibán”, dijo Kirby.
El portavoz del Departamento de Estado añadió: “condenamos esa violencia y queremos ver paz en Afganistán, queremos que esos ataques terminen y nos gustaría ver que continúe el esfuerzo de reconciliación”.
Se trata del más recién ataque de varios en la capital afgana y en otros lugares del país, que se atribuyen el Talibán.
El viernes, más de 50 personas murieron en atentados contra una base de las fuerzas especiales de Estados Unidos, cerca del aeropuerto de Kabul, y contra una academia de policía afgana. El sábado un ataque suicida del Talibán en la norteña provincia de Kunduz causó 29 muertos.
