Las fuertes lluvias en el estado de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, provocaron la muerte de 37 personas y 74 más están desaparecidas, dijo este viernes la agencia estatal de protección civil, mientras las inundaciones récord devastaban ciudades y obligaban a miles de personas a abandonar sus casas.
Este ha sido el cuarto desastre ambiental de este tipo en un año, después de las inundaciones de julio, septiembre y noviembre de 2023 que provocaron la muerte de 75 personas en total.
Las inundaciones en todo el estado han superado la ocurrida en 1941, de acuerdo con el Servicio Geológico de Brasil. En algunas ciudades, el nivel del agua fue el más alto desde que se comenzaron a llevar registros, hace casi 150 años, indicó la agencia de protección civil.
El jueves, la presa de una central hidroeléctrica entre las ciudades de Bento Goncalves y Cotipora se derrumbó parcialmente, y ciudades enteras del valle del río Taquari, como Lajeado y Estrela, quedaron bajo el agua.
En la ciudad de Feliz, a 80 kilómetros de Porto Alegre, la capital del estado, la enorme crecida de un río destruyó un puente que conectaba a esa ciudad con la vecina Linha Nova.
Los operadores reportaron cortes de electricidad, comunicaciones y agua en todo el estado. Más de 23.000 personas tuvieron que abandonar sus casas, de acuerdo con la agencia de protección civil.
Sin internet, teléfono o electricidad, los residentes tuvieron dificultades para dar actualizaciones o información a sus familiares que viven en otros estados. Varios helicópteros sobrevolaban continuamente las ciudades, donde las familias varadas y sus hijos esperaban en sus techos para ser rescatadas.
Las lluvias comenzaron el lunes, y se pronostica que se prolonguen hasta el sábado, dijo este viernes en la televisión pública de Brasil Marcelo Seluchi, meteorólogo principal del Centro Nacional de Vigilancia y Alertas de Desastres Naturales.
El gobernador del estado, Eduardo Leite, alertó el jueves por la noche a los residentes del estado, conocidos como gauchos, sobre la persistencia de las lluvias e inundaciones. Se prevé que la situación empeorara en Porto Alegre, señaló.
“Como ser humano, me siento interiormente devastado, al igual que todos los gauchos”, dijo. “Pero como gobernador, me mantengo inquebrantable y garantizo que no vamos a fallar. Todo lo estamos haciendo con enfoque, atención y disciplina para garantizar que hagamos todo lo que esté a nuestro alcance”.
Las condiciones meteorológicas en toda Sudamérica se han visto afectadas por El Niño, un fenómeno climático periódico de origen natural que calienta las aguas superficiales en la región del Pacífico ecuatorial. En Brasil, El Niño ha causado históricamente sequías en el norte y lluvias intensas en el sur.
Este año, los efectos de El Niño han sido especialmente drásticos, y se ha registrado una sequía histórica en la región de la Amazonía. Los científicos afirmaron que los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes debido al cambio climático provocado por el ser humano.
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