En Venezuela cada vez son más los estudiantes universitarios de centros de estudio públicos que deciden no solicitar la beca debido a que el procedimiento es más costoso que lo que recibirán en caso de que sea aprobada. Actualmente se otorgan cinco dólares mensuales.
Para los estudiantes que ya recibieron becas, el dinero solo les permite cubrir una parte de los pasajes urbanos del mes, un desayuno o la recarga de sus teléfonos celulares, explicó a la Voz de América el presidente de la Federación de Centro de Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (FCU-UCV), Jesús Mendoza.
“La beca no alcanza absolutamente para nada; un estudiante usa esa beca para un desayuno o para tener bolívares para recargar su teléfono, eso es lo que hace un estudiante ahorita con el tema de las becas. Ahora, nosotros lo que hemos visto es que el estudiante está dejando de solicitar becas porque cuesta más el trámite que lo que recibe”, dijo Mendoza.
En cuando a la compra de materiales académicos, la beca universitaria solo alcanza para comprar una resma de 100 hojas de examen, un cuaderno pequeño con 12 bolígrafos o un paquete de resaltadores.
Cada producto equivale a 5 dólares. Si el estudiante quiere adquirir una calculadora científica debe ahorrar tres meses de beca, y si quiere comprar un cuaderno grande de espiral, debe ahorrar dos meses de subsidio.
A juicio del presidente de la FCU-UCV, los estudiantes se enfrentan a muchas necesidades por esta situación, especialmente los que estudian en universidades que no están en su estado y deben pagar una residencia que actualmente oscila, en el caso de Caracas, entre 150 y 300 dólares mensuales.
“Son estudiantes que necesitan un apoyo socioeconómico, que no tienen recursos para seguir con su carrera, algunos son estudiantes foráneos que no viven en el mismo estado donde está su universidad (...) Los estudiantes además deben tener recursos para comprar los implementos necesarios como cuadernos, hojas de examen, material para las prácticas si estudia un carrera teórico práctica”, explicó.
Andrés Calpavire, estudiante del noveno semestre de Ciencias Políticas de la UCV, recibe la beca universitaria desde que comenzó la carrera. Coincide con Mendoza en que el monto actual de la beca es insuficiente y que no permite cubrir ninguno de los gastos básicos del estudiante, tales como transporte, alimentación y material de estudio.
“Es claro que la beca no alcanza para nada, se depositan 160 bolívares, que son un aproximado de cinco dólares y cada vez es menos. Aunque el monto está anclado, es decir, va a subir dependiendo de en cuánto esté el dólar, ´pero siguen siendo cinco dólares que no alcanzan para nada, solo en unos 12 pasajes urbanos ya se te va la beca”, expresó en entrevista a la VOA.
El estudiante cree que una cifra justa para la beca universitaria debería rondar los 50 dólares, esto si se toma en cuenta que se trata solo de un subsidio.
“Me parece que un monto justo podría ser entre 30 y 50 dólares tomando en cuenta que es una ayuda económica y pues no es posible elevarlo al nivel del salario, aunque bueno en Venezuela el salario mínimo tampoco es que alcanza para mucho”, sentencia.
La organización Aula Magna ha denunciado en varias oportunidades que esta situación violenta la Observación General No. 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la cual establece la necesidad de un sistema adecuado de becas que logre fomentar la igualdad en el acceso a la educación por parte de los grupos desfavorecidos.
La universidad no es una prioridad para el gobierno
De acuerdo con Jesús Mendoza, el dinero de la beca universitaria es solo uno de varios problemas a los que se enfrentan los estudiantes. El transporte estudiantil, los comedores y la atención médica son otras de las exigencias que han hecho al Ministerio de Educación Universitaria.
A principios del mes de octubre, la FCU y el Ministerio de Educación Universitaria instalaron una mesa de trabajo para tratar estos temas. Mendoza detalló a la VOA que una de las propuestas que plantean es un aumento progresivo de la beca universitaria a 100 dólares para estudiantes no foráneos y 300 dólares para aquellos que deben pagar una residencia.
Hasta ahora se desconoce si hay acuerdos sobre este punto, pero hay otros temas que sí se acordaron. Por ejemplo, la apertura del comedor de la UCV con servicio de desayuno y almuerzo (para 1.000 comensales).
Pese a estos avances, el presidente de la FCU cree que las condiciones actuales del sector hacen difícil que el estudiante pueda mantenerse en las aulas. Por ello considera que es el mayor reto al que se enfrenta el sector universitario.
“El reto más grande del estudiante es mantenerse en su carrera a pesar de que no hay condiciones y que no tenemos un gobierno que estimule la prosecución académica de los estudiantes en la universidades autónomas. El reto más grande es mantenerlos en la universidad, es complicado y eso ha hecho que la deserción llegue a números entre 45 % y 50 %”, afirmó.
Además, esa situación es una muestra de que para el gobierno nacional la universidad no es una prioridad, agregó, y mencionó el déficit presupuestario con el que llevan varios años las universidades autónomas.
“Para el gobierno nacional no es una prioridad la universidad, cuando tú ves el actuar que ha tenido el gobierno en diferentes situaciones tú ves que no ha sido prioridad, el déficit presupuestario tiene más de 10 años, casi 15, donde tenemos crisis con el comedor, el transporte, con la beca, y realmente no es un motivo que no tengan plata, simplemente no es una prioridad”, concluyó.
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