Las principales economías del G-7 se encuentran reunidas en Marsella, Francia, con el fin de buscar nuevas salidas a la recuperación económicas tras el fallido anuncio del director de la Reserva Federal, Ben Bernanke, en el que especificó que no habría nuevos estímulos.
Los representantes tratarán de mitigar la peor crisis de confianza en los mercados financieros desde la parálisis global del crédito y la fragilidad de sus bancos, que han causado importantes caídas de las bolsas en las últimas semanas.
Sin embargo, se trata de problemas con soluciones económicas diferenciadas para cada país, lo que dificulta lograr acuerdos comunes entre Estados Unidos, Reino Unido y los países de la zona euro.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, dijo en Londres antes de embarcar en un vuelo con destino a Marsella que los responsables políticos deben tener la convicción necesaria para hacer frente a los retos actuales, incluso con medidas no convencionales, y advirtió de una consolidación fiscal excesiva en un clima de crecimiento titubeante, según cita Reuters.
"En cuanto al rumbo que se debe elegir, entre los estímulos y la consolidación presupuestaria, algunos están a favor de una acción uniforme", señaló el ministro de Finanzas de Francia, François Baroin. "Por mi parte, la tendencia tiene que ser buscar lo que mejor se adapte a la situación de cada país", añadió.