El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, instó a los legisladores de Estados Unidos a “mantener su promesa” y aprobar el Tratado de Libre Comercio (TLC) largamente postergado.
"Les hago un llamado a que cumplan con su palabra y le cumplan a un socio estratégico, como ha sido Colombia, en la lucha contra el narcotráfico, en muchas de las luchas a favor de la libertad y de la democracia", dijo Santos.
El presidente hizo estas declaraciones y afirmó que el acuerdo había sido ya negociado por ambas partes a la espera únicamente de la aprobación final en el Congreso de Estados Unidos. Colombia ha estado esperando cuatro años esta ratificación, aseguró Santos.
Estados Unidos y Colombia firmaron el acuerdo en noviembre de 2006 con la oposición de algunos demócratas que han visto cómo Colombia ha sido a menudo criticado en materia de respeto a los derechos humanos y su actividad sindical. El gobierno colombiano recordó que había progresado en ambos campos, tanto en la protección de los derechos humanos como en la de los sindicatos.
Colombia es un aliado cercano de Estados Unidos el combate al narcotráfico y ha recibido más de $6.000 millones de dólares en ayuda militar de Washington en los últimos años.
También, Santos reiteró su mensaje de apoyo a los exportadores colombianos, que podrían verse afectados por no estar cubiertos con las preferencias arancelarias que les otorga el mercado de los Estados Unidos.
Respuesta del USTR
Por su parte, el representante comercial de Estados unidos (USTR), Ron Kirk, expresó este miércoles 9 de marzo de 2011 en Washington que tiene la esperanza de resolver este año los temas pendientes para avanzar con los tratados de libre comercio con Colombia y Panamá.
Sin embargo, Kirk no precisó cuáles son las objeciones del gobierno del presidente Barack Obama. Tampoco el USTR dio fechas como le reclamó el Congreso durante su audiencia.
Los Tratado de Libre Comercio (TLC) como Colombia y Panamá han permanecido en el limbo desde 2006 y 2007 respectivamente en el congreso de Estados Unidos. En cambio, un TLC con Corea del Sur que fue cuestionado por algunos republicanos, está pronto para ser enviado al Congreso para su ratificación.