Miles de soldados estadounidenses y filipinos, junto a fuerzas especiales australianas, participan en ejercicios militares conjuntos pese a la oposición china.
Los ejercicios tienen el objetivo de preparar a los ejércitos de los tres países a responder a una serie de crisis potenciales, incluyendo las que puedan surgir en el mar de la China meridional.
Washington y Manila aseguran que los ejercicios no van dirigidos a China y que estos también buscan responder a crisis humanitarias y desastres naturales, pero Beijing cree que es parte del esfuerzo de contención de sus aspiraciones de dominación en la región.
De acuerdo a la comandancia estadounidense, el secretario de Defensa, Ash Carter observará personalmente algunos de los ejercicios que se desarrollarán en los próximos 11 días.
Unos 5.000 soldados estadounidenses participan en la actividad.