Las autoridades buscan respuestas al tiroteo en Fort Hood, Texas, donde murieron tres personas y 16 resultaron heridas, antes de que Iván López, el soldado implicado en el ataque, se suicidara.
El comandante de la base, Teniente General Mark Milley, dijo el jueves que López pudo haber discutido con otros soldados antes de los disparos.
“Puede haber habido un altercado verbal con otro soldado o soldados. Y hay una fuerte posibilidad de que ese hecho haya precedido el ataque. Pero no tenemos nada definitivo en este punto, aunque tenemos fuertes indicaciones de que así fue”, explicó el Comandante.
Milley dijo que el soldado López, de 34 años y originario de Puerto Rico, tenía en su historial médico indicaciones de algún tipo de condición psiquiátrica o psicológica que puede estar relacionada con el ataque, pero añade que los investigadores no han descartado ninguna posible causa.
De acuerdo con el padre de uno de los soldados heridos en el incidente, el sargento Jonathan Westbrook, López se enfureció cuando no le dieron un formulario de solicitud de licencia que había pedido.
Según la versión, el sargento le dijo a su padre que vio a López muy agitado cuando un empleado le dijo que regresara al día siguiente a recoger la planilla.
Se sabe que López, un conductor de camión, tomaba medicamentos para la depresión y la ansiedad mientras estaba siendo evaluado por desorden de estrés postraumático.
Milley dijo que el atacante se disparó con una pistola semiautomática cuando fue enfrentado por una mujer policía.
Tres de los heridos están en condición crítica y dos de ellos requerirán más cirugías. Cuatro han sido dados de alta.
Fort Hood fue la escena de otra masacre en 2009. En esa ocasión, 13 personas murieron y más de 30 resultaron heridas cuando un psiquiatra militar abrió fuego sobre sus compañeros.
El comandante de la base, Teniente General Mark Milley, dijo el jueves que López pudo haber discutido con otros soldados antes de los disparos.
“Puede haber habido un altercado verbal con otro soldado o soldados. Y hay una fuerte posibilidad de que ese hecho haya precedido el ataque. Pero no tenemos nada definitivo en este punto, aunque tenemos fuertes indicaciones de que así fue”, explicó el Comandante.
Milley dijo que el soldado López, de 34 años y originario de Puerto Rico, tenía en su historial médico indicaciones de algún tipo de condición psiquiátrica o psicológica que puede estar relacionada con el ataque, pero añade que los investigadores no han descartado ninguna posible causa.
De acuerdo con el padre de uno de los soldados heridos en el incidente, el sargento Jonathan Westbrook, López se enfureció cuando no le dieron un formulario de solicitud de licencia que había pedido.
Según la versión, el sargento le dijo a su padre que vio a López muy agitado cuando un empleado le dijo que regresara al día siguiente a recoger la planilla.
Se sabe que López, un conductor de camión, tomaba medicamentos para la depresión y la ansiedad mientras estaba siendo evaluado por desorden de estrés postraumático.
Milley dijo que el atacante se disparó con una pistola semiautomática cuando fue enfrentado por una mujer policía.
Tres de los heridos están en condición crítica y dos de ellos requerirán más cirugías. Cuatro han sido dados de alta.
Fort Hood fue la escena de otra masacre en 2009. En esa ocasión, 13 personas murieron y más de 30 resultaron heridas cuando un psiquiatra militar abrió fuego sobre sus compañeros.