El prófugo estadounidense Edward Snowden solicitó formalmente asilo temporal a Rusia este martes, según informó su abogado Anatoly Kucherena.
Tras el anuncio la reacción del gobierno de Estados Unidos no se hizo esperar. El portavoz presidencial Jay Carney, reiteró en forma enfática que "Snowden debería ser expulsado y enviado a Estados Unidos, y que no debería ser autorizado a viajar al extranjero, salvo para volver a Estados Unidos”.
Según Carney, "el gobierno de Rusia tiene la oportunidad de trabajar con Estados Unidos siguiendo los canales normales y expulsar a Snowden que es lo que corresponde".
Durante su reunión diaria con los periodistas en la Casa Blanca, Carney reafirmó la posición sostenida por la presidencia de Estados Unidos respecto a que Snowden “no es un militante de derechos humanos, no es un disidente”, sino que es un fugitivo de la justicia de Estados Unidos que “está acusado de revelar información secreta”.
También subrayó que si bien no hubo nuevos contactos con el gobierno ruso tras la conversación que sostuvieron los presidentes Barack Obama y Vladimir Putin el pasado viernes, reiteró que el gobierno estadounidense había dejado clara la “posición que adoptamos en nuestras conversaciones con los rusos y con otros gobiernos”.
El portavoz presidencial insistió en que el informático está acusado de tres cargos por los que debe enfrentar la justicia “y por esta razón debería ser enviado a Estados Unidos”.
Abogado se reúne con Snowden
El abogado, miembro de la Cámara Pública, un cuerpo asesor del Kremlin, dijo haberse reunido con Snowden en la zona de tránsito del aeropuerto Sheremetyevo de Moscú, donde el exanalista de inteligencia hizo el pedido de asilo.
No se ha explicado por qué tomó tanto tiempo para Snowden el someter su solicitud, pues el exanalista se encuentra varado en el aeropuerto moscovita desde el 23 de junio, cuando Estados Unidos le revocó su pasaporte.
Kucherena explicó que la ley rusa no especifica el tiempo en que se debe considerar el asilo solicitado.
Tras el anuncio la reacción del gobierno de Estados Unidos no se hizo esperar. El portavoz presidencial Jay Carney, reiteró en forma enfática que "Snowden debería ser expulsado y enviado a Estados Unidos, y que no debería ser autorizado a viajar al extranjero, salvo para volver a Estados Unidos”.
Según Carney, "el gobierno de Rusia tiene la oportunidad de trabajar con Estados Unidos siguiendo los canales normales y expulsar a Snowden que es lo que corresponde".
Durante su reunión diaria con los periodistas en la Casa Blanca, Carney reafirmó la posición sostenida por la presidencia de Estados Unidos respecto a que Snowden “no es un militante de derechos humanos, no es un disidente”, sino que es un fugitivo de la justicia de Estados Unidos que “está acusado de revelar información secreta”.
También subrayó que si bien no hubo nuevos contactos con el gobierno ruso tras la conversación que sostuvieron los presidentes Barack Obama y Vladimir Putin el pasado viernes, reiteró que el gobierno estadounidense había dejado clara la “posición que adoptamos en nuestras conversaciones con los rusos y con otros gobiernos”.
El portavoz presidencial insistió en que el informático está acusado de tres cargos por los que debe enfrentar la justicia “y por esta razón debería ser enviado a Estados Unidos”.
Abogado se reúne con Snowden
El abogado, miembro de la Cámara Pública, un cuerpo asesor del Kremlin, dijo haberse reunido con Snowden en la zona de tránsito del aeropuerto Sheremetyevo de Moscú, donde el exanalista de inteligencia hizo el pedido de asilo.
No se ha explicado por qué tomó tanto tiempo para Snowden el someter su solicitud, pues el exanalista se encuentra varado en el aeropuerto moscovita desde el 23 de junio, cuando Estados Unidos le revocó su pasaporte.
Kucherena explicó que la ley rusa no especifica el tiempo en que se debe considerar el asilo solicitado.