Un poderoso terremoto sacudió una región rural y montañosa del este de Afganistán la madrugada del miércoles, matando a 1.000 personas e hiriendo a 1.500 más en uno de los terremotos más mortíferos en décadas, informó la agencia estatal de noticias. Las autoridades advirtieron que el número ya sombrío aún puede aumentar.
La información sobre el temblor de magnitud 6,1 cerca de la frontera con Pakistán siguió siendo escasa, pero los sismos de esa fuerza pueden causar daños graves en un área donde las casas y otros edificios están mal construidos y los deslizamientos de tierra son comunes. Los expertos sitúan la profundidad en solo 10 kilómetros (6 millas), otro factor que podría conducir a una destrucción severa.
El Departamento Meteorológico de la vecina Pakistán explicó que el epicentro estuvo en la provincia afgana de Paktika, cerca de la frontera y a unos 50 kilómetros (31 millas) al suroeste de la ciudad de Khost. Este tipo de fenómenos pueden causar daños severos, especialmente en una zona como esta donde los edificios están mal construidos y los derrumbes son habituales.
Las imágenes tomadas en la provincia de Paktika mostraban a las víctimas siendo trasladadas a helicópteros para sacarlas de la zona. Otros eran tratados en el lugar: un residente recibía fluidos por vía intravenosa sentado en una silla de plástico cerca de los restos de su vivienda, mientras otros estaban tendidos en camillas. En otras fotografías, los residentes rebuscaban entre los ladrillos de arcilla y los escombros de las casas de piedra derruidas.
La agencia noticiosa estatal Bakhtar reportó la cifra de fallecidos y su director general, Abdul Wahid Rayan, escribió en Twitter que 90 viviendas quedaron destruidas en Paktika y que se cree que docenas de personas podrían estar atrapadas bajo los escombros.
Bilal Karimi, vocero adjunto del gobierno talibán, no dio más detalles sobre la cifra de víctimas, pero escribió en Twitter que cientos de personas fallecieron o resultaron heridos por el temblor, que sacudió cuatro distritos en Paktika.
“Pedimos a todas las agencias de ayuda que envíen equipos a la zona inmediatamente para evitar una mayor catástrofe”, escribió en su mensaje.
Solo en un distrito de la vecina provincia de Khost, el sismo causó el menos 25 fallecidos y más de 95 heridos, apuntaron las autoridades locales.
En la capital, Kabul, el primer ministro, Mohammad Hassan Akhund, convocó una reunión de emergencia en el Palacio Presidencial para coordinar los esfuerzos para ayudar a los afectados en Paktika y Khost.
“La respuesta está en camino”, aseguró el coordinador de Naciones Unidas en Afganistán, Ramiz Alakbarov, en Twitter.
En algunas zonas remotas de Pakistán se reportaron daños en viviendas próximas a la frontera afgana, pero no estuvo claro de inmediato si estuvieron causadas por las lluvias o al sismo, dijo Taimoor Khan, vocero de la agencia local de gestión de desastres.
En un comunicado, el primer ministro paquistaní, Shahbaz Sharif. ofreció sus condolencias a las víctimas y afirmó que su gobierno brindará ayuda al pueblo afgano.
El Centro Sismológico Euromediterráneo dijo que los temblores se notaron a más de 500 kilómetros (310 millas) de distancia por 119 millones de personas en Afganistán, Pakistán e India.
El montañoso Afganistán y la región del sur de Asia que transcurre a los pies del macizo de Hindu Kush, donde se encuentran las placas tectónicas india y euroasiática, han sido durante mucho tiempo vulnerables a terremotos devastadores.
En 2015, un potente sismo sacudió el noreste del país y se cobró la vida de más de 200 personas en Afganistán y en el norte de Pakistán. Uno similar de 6,1 grados causó unos 1.000 decesos en el norte en 2002, mientras que en 1998, otro de 6,1 grados y las réplicas posteriores mataron a al menos 4.500 en el noreste.
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