Un mensaje en la televisión siria señala que se permitirá el acceso a los inspectores de la ONU a los barrios, en las afueras de Damasco, donde aparentemente se llevaron ataques con armas químicas.
Según la cancillería siria, se logró un acuerdo con la ONU para que inspectores que se encuentran en el país, puedan visitar las zonas donde se informa de ataques.
La fecha y la hora ya fue acordada con los representantes de la ONU, según anuncia un comunicado retransmitido en la televisión estatal.
La representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Angela Kane, ya fue recibida por el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid al Mualem, y recalcó la “disposición de Siria para cooperar”.
La principal alianza opositora, la Coalición Nacional Siria denunció que al menos 1.300 personas murieron en un ataque con armas químicas en la zona de Guta Oriental y otras áreas en los alrededores de la capital siria.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, acusó directamente al gobierno del presidente Bashar Al Assad de haber perpetrado la massacre en la que fallecieron 54 niños y 82 mujeres.
Por su parte, la organización Médicos sin Fronteras (MSF) informó que más de 3.600 personas fueron atendidas en hospitales sirios con síntomas de haber sido víctimas de gases tóxicos.
Marta Cañas, subdirectora de operaciones de MSF, indicó que no puede establecer quién cometió el ataque pero sí confirmar que la información recibida sobre los síntomas “apuntan claramente a una exposición masiva a agentes neurotóxicos”.
Según la cancillería siria, se logró un acuerdo con la ONU para que inspectores que se encuentran en el país, puedan visitar las zonas donde se informa de ataques.
La fecha y la hora ya fue acordada con los representantes de la ONU, según anuncia un comunicado retransmitido en la televisión estatal.
La representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Angela Kane, ya fue recibida por el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid al Mualem, y recalcó la “disposición de Siria para cooperar”.
La principal alianza opositora, la Coalición Nacional Siria denunció que al menos 1.300 personas murieron en un ataque con armas químicas en la zona de Guta Oriental y otras áreas en los alrededores de la capital siria.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, acusó directamente al gobierno del presidente Bashar Al Assad de haber perpetrado la massacre en la que fallecieron 54 niños y 82 mujeres.
Por su parte, la organización Médicos sin Fronteras (MSF) informó que más de 3.600 personas fueron atendidas en hospitales sirios con síntomas de haber sido víctimas de gases tóxicos.
Marta Cañas, subdirectora de operaciones de MSF, indicó que no puede establecer quién cometió el ataque pero sí confirmar que la información recibida sobre los síntomas “apuntan claramente a una exposición masiva a agentes neurotóxicos”.